Románico en La Rioja

Hoy os proponemos un apasionante recorrido turístico por 10 joyas del Románico en La Rioja que destacan por su interés histórico y artístico. La Rioja es en la actualidad una comunidad autónoma situada en el norte de España que coincide con la antigua provincia de Logroño. Además es una comarca natural que sobrepasa los límites de dicha comunidad por las actuales provincias de Burgos y Álava. En la actualidad, desde un punto de vista geográfico, La Rioja está dividida por siete ríos que descienden desde las sierras del Sistema Ibérico hasta el caudaloso Ebro. Estos siete ríos son los siguientes: Oja, Najerilla, Iregua, Leza, Jubera, Cidacos y Alhama.

El carácter fronterizo de La Rioja incentivó su comercio aunque por otra parte la convirtió en el escenario de numerosos conflictos entre Castilla y Navarra. Aunque se trata de un territorio de tan solo 5.045 km2 cuenta con numerosos reclamos y atractivos turísticos debido a sus diversos y bellos paisajes, su gastronomía, sus vinos y de manera especial su inmenso patrimonio artístico de diferentes épocas y estilos, entre ellos el románico.

Santo Domingo de la Calzada es una de las ciudades más bellas y monumentales de La Rioja, siendo además una de las etapas más fascinantes del Camino de Santiago. Como bien es sabido, esta ciudad debe su nombre al santo del S. XI que construyó puentes y calzadas para los peregrinos jacobeos, además también fue el promotor de un hospital destinado para atender a peregrinos y viajeros.

Los milagros del santo, Santo Domingo de la Calzada aparecen reflejados en su tumba que se encuentra en la catedral, una joya arquitectónica que cuenta con elementos románicos y góticos.

La cabecera que podemos contemplar en la fotografía es una de las partes más interesantes del templo, en toda la estructura podemos contemplar magníficos capiteles y bellas esculturas que se disponen en lo alto de algunos pilares.

La Ermita de San Cristóbal de Canales de la Sierra se alza en un enclave de inusitada belleza en la vertiente riojana de la Sierra de la Demanda. Esta iglesia es uno de los ejemplos más notables del románico de La Rioja y además presenta la única galería porticada románica de toda la región. Dicha galería sigue la misma estética que los magníficos ejemplos burgaleses de La Sierra de la Demanda como por ejemplo Jaramillo de la Fuente o Vizcaínos de la Sierra.

Muy interesante es la decoración escultórica que hace acto de presencia en los capiteles en forma de motivos vegetales, animales, bestiario y algunos rostros humanos, uno de ellos podría hacer referencia a San Pedro debido a los atributos que porta.

Esta joya arquitectónica se alza solitaria respecto al caserío de Valgañón. Está dedicada a la advocación de Nuestra Señora de las Tres Fuentes debido a la fuente que brota junto a la iglesia.

El templo todavía conserva del período románico un ingreso y un interesante ábside en el que podemos contemplar unos elegantes ventanales en los que pueden observarse arcos polilobulados, recurso ornamental típico del arte hispanomusulmán. Este tipo de arcos ya lo vimos en las cercana comarca burgalesa de La Bureba y en el ámbito del románico alavés. También son de interés las tallas que lucen los capiteles de dicho ábside.

Bañares es una localidad riojana situada a escasos kilómetros de Santo Domingo de la Calzada. Uno de los monumentos más interesantes que hemos de visitar en esta población riojana, junto a su imponente iglesia parroquial, es la Ermita de Nuestra Señora de la Antigua. En este pequeño templo podemos contemplar uno de los escasos tímpanos románicos historiados del románico en La Rioja. En dicho tímpano se nos ofrece una interesante representación de la Epifanía.

En el noroeste de La Rioja, junto a la orilla del río Tirón, hallamos la localidad de Tirgo que cuenta con su respectiva iglesia románica. Estamos hablando de su iglesia parroquial, dedicada al Salvador. Dicho templo conserva del período románico un armonioso ábside que luce bellos ventanales en donde se puede contemplar una interesante riqueza ornamental. También merece una atención especial sus dos ingresos románicos, localizados en el muro de la Epístola y en el hastial que mira hacia poniente.