Información general
- Dirección: Loarre, Huesca, España
Datos de contacto
- Teléfono:974 34 21 61
- GPS Latitud: 42.3255305
- GPS Longitud: -0.612511300000051
Castillo de Loarre
Provincia de Huesca, Aragón

El Castillo de Loarre, situado en la provincia de Huesca (Aragón) está considerado como uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura románica militar y civil de Europa. Levantado en el siglo XI, este conjunto fortificado no solo representa un hito en la historia del arte medieval, sino también un testimonio excepcional de las dinámicas políticas, religiosas y militares de la Reconquista en la Península Ibérica.
Su excepcional estado de conservación, su estratégica ubicación en la sierra de Loarre y su riqueza arquitectónica lo convierten en un monumento de referencia, declarado Monumento Nacional en 1906 y candidato a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Origen
La construcción del Castillo de Loarre se inicia en el primer tercio del siglo XI, bajo el reinado de Sancho III Garcés, conocido como Sancho el Mayor, rey de Pamplona (1004-1035). En un período marcado por la fragmentación del Califato de Córdoba y el surgimiento de los reinos de taifas, la fortaleza fue concebida como un puesto avanzado en la frontera entre los territorios cristianos y musulmanes. Estratégicamente ubicado a 1.071 metros de altitud, en un promontorio rocoso que domina la llanura de la Hoya de Huesca, el castillo permitía controlar los pasos de Arguis y Riglos, así como vigilar la localidad musulmana de Bolea, un enclave clave para las ricas tierras agrícolas de la región.
Historia
La primera fase constructiva, datada entre 1033 y 1035, incluyó el núcleo original del castillo, con el edificio real, la capilla, el torreón de la Reina, el patio de armas, las estancias militares y de servicio, y la torre del homenaje, inicialmente una torre albarrana. Precisamente, La torre de la Reina posee un bello mirador, oratorio de la Reina y junto con la torre del Homenaje, constituyen la parte más primitiva de la fortaleza, probablemente prerrománica.
Hacia 1071, durante el reinado de Sancho Ramírez, hijo de Ramiro I y nieto de Sancho III, el castillo experimentó una ampliación significativa, reflejo de las ambiciones expansionistas del Reino de Aragón y de la consolidación de su identidad política y religiosa. En este contexto, Sancho Ramírez fundó un monasterio de canónigos regulares de San Agustín, integrando una dimensión espiritual al complejo militar, en sintonía con las reformas gregorianas y la introducción del rito romano en la Península Ibérica.
Tras la conquista de Huesca en 1096 por Pedro I, hijo de Sancho Ramírez, el castillo perdió parte de su relevancia militar al quedar en la retaguardia cristiana. Sin embargo, su función religiosa se mantuvo hasta el siglo XVI, cuando el abandono progresivo del conjunto llevó a la reutilización de sus materiales por la población local, que se trasladó al actual núcleo de Loarre en el siglo XV. La declaración como Monumento Nacional en 1906 y las restauraciones del siglo XX, especialmente en 1913 y la década de 1970, han permitido recuperar gran parte de su esplendor original, consolidándolo como un referente del patrimonio histórico español.
Descripción del Castillo de Loarre, Huesca
El castillo de Loarre ocupa una superficie de aproximadamente 2.200 m², aunque el perímetro amurallado abarca unos 10.000 m², lo que lo sitúa entre las fortalezas más extensas de España. La muralla, construida en 1287, tiene un grosor de 1,30 metros y un perímetro de 172 metros, reforzada por diez torreones semicirculares y uno cuadrangular, conocido como la «Puerta de los Reyes», que marca la entrada principal en el lado occidental. Los torreones, de dos o tres plantas y con saeteras, presentan una disposición asimétrica, adaptada a la topografía del terreno, y alcanzan diámetros de entre 3,20 y 4,50 metros. Esta muralla, de factura posterior al núcleo original, refleja la evolución defensiva del castillo en un contexto de tensiones internas, como las revueltas nobiliarias del siglo XIII.
Núcleo fortificado
El corazón del castillo incluye la torre del homenaje, de 31 metros de altura, y la torre de la Reina, ambas construidas en la primera fase bajo Sancho III. La torre del homenaje, de planta rectangular, destaca por su robustez y su función simbólica, mientras que la torre de la Reina, más esbelta, evidencia una cuidada sillería. El patio de armas, centro neurálgico del conjunto, conecta las estancias militares y de servicio, el aljibe con bóvedas de medio cañón y el pozo, elementos que demuestran un avanzado conocimiento de la ingeniería hidráulica medieval.
Elementos religiosos
La iglesia de San Pedro, construida bajo Sancho Ramírez en la década de 1070, es uno de los componentes más significativos del castillo. De estilo románico jacetano, presenta una planta de nave única con un ábside semicircular historiado y una cúpula que, debido a las limitaciones del terreno, no pudo completarse en el crucero. Los cerca de setenta capiteles que luce la iglesia son auténticas obras maestras de la escultura románica, todos ellos ricamente esculpidos. Decorados con motivos zoomorfos y antropomorfos, reflejan la influencia de la escuela jaquesa, con escenas que enfrentan al hombre con fuerzas de la naturaleza, simbolizando la lucha moral y espiritual. La cripta de Santa Quiteria, situada bajo la iglesia, alberga una bóveda de cañón y contiene una talla de un perro, símbolo de vigilancia y protección, que según la tradición guarda las reliquias de San Demetrio.
La iglesia de Nuestra Señora de Valverde, de estilo lombardo y situada en el patio de armas, es otro elemento destacado. De dimensiones más reducidas, su decoración austera contrasta con la riqueza ornamental de San Pedro, evidenciando la diversidad estilística del conjunto.
Simbolismo y detalles constructivos
El Castillo de Loarre está repleto de detalles que enriquecen su interpretación histórica y artística. En los bloques de sillería se observan marcas de cantero, como círculos o triángulos, que identificaban a los maestros constructores, mientras que la ausencia de marcas podría indicar el trabajo de esclavos. En las columnas de la iglesia de San Pedro, se encuentran tallados tres monos cubriéndose los ojos, la boca y los oídos, un símbolo que alude a la discreción absoluta sobre los asuntos del castillo, bajo pena de muerte. Estos elementos, junto con la escalera principal de acceso, diseñada con peldaños alternos más anchos para posicionar a los guardias según el protocolo, reflejan la sofisticación funcional y simbólica del diseño románico.
Significado cultural
En la cultura contemporánea, el castillo ha ganado notoriedad como escenario cinematográfico, destacando su aparición en El Reino de los Cielos (2005) de Ridley Scott, así como en producciones españolas como El Ministerio del Tiempo y Miguel y William. Estas representaciones han contribuido a su proyección internacional, atrayendo a miles de visitantes que buscan explorar su atmósfera medieval y sus vistas panorámicas del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.
Además, el castillo está envuelto en leyendas que enriquecen su aura mística. La historia del fantasma de la abadesa Violante de Luna, que según la tradición vaga por los pasillos en la noche de San Juan, y la supuesta tumba del conde Don Julián, enterrado en la entrada de la iglesia como castigo por su traición, son relatos que reflejan la fascinación popular por el monumento. Asimismo, la hipótesis de un pasadizo secreto que conectaría el castillo con una ciudad subterránea desconocida añade un componente de misterio que sigue alimentando especulaciones
Fotos del Castillo de Loarre

















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