A lo largo de 7 siglos, los romanos dejaron un impresionante legado cultural en la Hispania Romana. Aquí presentamos las 10 maravillas romanas más visitadas por nuestros usuarios.
Teatro Romano de Mérida, Provincia de Badajoz, Extremadura
El Teatro romano de Mérida es uno de los grandes iconos arquitectónicos de la Hispania romana, destaca por la gran complejidad de organización en su escena, muy evolucionada respecto a los puntos de partida griegos. Esta obra está considerada como uno de los teatros romanos mejor conservados del Mundo, tenía un aforo para más de 5.000 personas, con tres gradas reservadas para autoridades. En él cada verano se realiza un importante festival de teatro clásico.
Castilla y León
Los romanos establecieron en Segovia una importante base militar debido a su posición estratégica junto al Sistema Central, su conocido acueducto fue levantado en los primeros años del S. II d. C y estuvo en uso hasta bien entrado el S. XIX. Después de recorrer 16 kilómetros, entra de manera triunfal en la ciudad al salvar un desnivel de treinta metros.
Provincia de Soria, Castilla y León
A tan sólo 7 km al norte de la ciudad de Soria se encuentran las ruinas romanas de Numancia, antiguo asentamiento celtíbero que soportó durante 11 meses, y de manera heroica, el asedio de Escipión Emiliano. Como ya sabéis, la ciudad fue quemada con todos sus habitantes, ello aconteció en el verano del año 133 a. C.
Tarragona, Cataluña
Este anfiteatro, con una capacidad para 14.000 personas, testimonia perfectamente el florecimiento que alcanzó la antigua Tarraco. La construcción de anfiteatros era habitual en las ciudades que gozaban de estatuto de colonia. En el S. VI, sobre la arena del anfiteatro fue construida en su interior una basílica visigoda que después de la dominación árabe se convirtió en una iglesia románica.
Puente romano de Alcántara, Provincia de Cáceres, Extremadura
El Puente de Alcántara, levantado en tiempos del emperador Trajano sobre el río Tajo, es una de las obras arquitectónicas más perfectas de la Hispania romana. Está formado un total de seis arcos de medio punto, sobre el pilar central se alza un arco honorífico dedicado a Trajano y junto a la entrada del meridional del puente, es decir, en dirección a la población de Alcántara, encontramos un pequeño pero interesante templo que está dedicado a los dioses de Roma y al emperador Trajano.
Galicia
Estamos ante la única muralla de época romana que conserva de manera íntegra la totalidad de su perímetro, el cual alcanza los 2,11 kilómetros. Las murallas de Lugo fueron realizadas con lajas de pizarra y sillares de granito, todavía conserva 71 torres en pie de las 81 que tuvo en su origen. Sin embargo, este impresionante entramado defensivo no pudo contener a los suevos en el año 462.
Alentejo Centro, Portugal
Évora está considerada como una de las ciudades más antiguas de Europa, entre sus monumentos más ilustres destacan de manera especial la catedral y este magnífico templo romano, construido en granito hacia el S. I d. C. Se trata de un templo pseudoperíptero y hexástilo, sus columnas corresponden al orden corintio.
El Bierzo, provincia de León
Estamos ante una de las grandes obras de ingeniería de la Hispania romana, siendo la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano. Aquí fueron lavadas millones de toneladas de tierras aluviales que procedían de las colinas de las Médulas, para ello se empleó a un gran número de esclavos como mano de obra. En la actualidad ha quedado un curioso paisaje de cárcavas erosionadas y salpicadas por un gran número de castaños.
Teatro romano de Carthago Nova, Cartagena
El Teatro romano de Cartagena fue erigido entre los años 5 y 1 a. C, presentaba una capacidad para 7.000 personas que lo convertían en uno de los mayores teatros romanos de Hispania.
Santiponce, Provincia de Sevilla, Andalucía
Itálica es una de las ciudades romanas más antiguas de la Península Ibérica, fue fundada en el año 206 a. C. por Escipión el Africano. La época de mayor florecimiento de Itálica hay que encontrarla entre los S. II y III d. C. Aquí nacieron los emperadores Trajano y Adriano, este último se encargó de embellecer la ciudad con monumentos y grandes templos realizados en mármol.