Iglesia de Grijalba

Iglesia de Grijalba

Vista exterior de la iglesia de Grijalba, Burgos

Grijalba es un pueblo de 118 habitantes (INE 2024) situado en el oeste de la provincia de Burgos, concretamente en la Comarca de Odra Pisuerga. La villa se estableció sobre un promontorio de la campiña que concurre en la extensa Tierra de Campos, desde Grijalba se divisan las loras de Peña Amaya y Peña Ulaña.

En Grijalba el visitante podrá contemplar interesantes casas blasonadas, en el centro de la población se levanta la iglesia de San Miguel, construida a comienzos del S. XIX siguiendo un estilo neoclásico.

Historia

La primera vez que aparece nombrada esta villa burgalesa es en unos documentos que están fechados en el S. X, en ellos figura con la denominación de Ecclesia Alba, expresión que viene a decir «iglesia blanca». Posiblemente pueda referirse a la construcción románica que precedió a la actual iglesia de Nuestra Señora de los Reyes, probablemente en alusión al color claro que debió tener la iglesia románica, atribuida a la fundación del rey Alfonso VII en el siglo XII.

Este templo primigenio, del que se conserva una notable pila bautismal románica, fue reemplazado en el siglo XIII por la actual iglesia gótica, cuya construcción se inició en el segundo tercio de dicho siglo. La elección de Grijalba como emplazamiento para un templo de tales proporciones responde a su estratégica ubicación en una zona de repoblación durante la Reconquista, así como a su vinculación con el Monasterio de las Huelgas y el arciprestazgo de Amaya entre los siglos XIII y XIV.

Conviene citar que en el interior de la iglesia se encuentra el sepulcro de la hija de Alfonso VII, Doña María y su esposo Pedro González de Herrera. Además, en Grijalba encontramos otra iglesia en el centro del pueblo que fue levantada en estilo neoclásico.

Descripción de la iglesia de Grijalba

Debido a su importancia histórico-artístico este templo ostenta la categoría de Bien de Interés de Cultural. En el año 1983 se le asignó la declaración de Monumento Histórico Nacional.

La iglesia de Nuestra Señora de los Reyes presenta planta de cruz latina, compuesta por tres naves de cuatro tramos cada una, un amplio transepto y una cabecera con tres ábsides poligonales. Esta estructura, de claras reminiscencias cistercienses, evidencia la influencia de los talleres burgaleses, particularmente los que trabajaron en la Catedral de Burgos y en la iglesia de San Esteban, extendiendo el modelo gótico por el cuadrante noroeste de la provincia.

El exterior del templo, de sobria volumetría, presenta cubiertas a la misma altura en el crucero, la cabecera y las naves, con capillas absidales y una sacristía de menor altura. La torre almenada, situada a los pies, refuerza el carácter fortificado del edificio, diseñado no solo como espacio litúrgico, sino también como estructura defensiva frente a posibles ataques, un rasgo común en muchos tiempos burgaleses de la época. El camino de ronda que recorre las naves laterales y las gárgolas que decoran los aleros subrayan esta función militar, mientras que la portada meridional, protegida por un tejaroz, destaca por su elegante abocinamiento con arquivoltas lisas y una chambrana de ornato vegetal. Un rosetón gótico, recientemente restaurado, corona esta portada, aunque muestra cierto deterioro por el paso del tiempo.

En el interior, las bóvedas de crucería, divididas en cuatro partes en las naves y en ocho en el crucero, se apoyan en robustos pilares con columnillas adosadas. Los nervios de las bóvedas, algunos decorados con policromía bajomedieval que incluye motivos zoomorfos como dragones, reflejan la pericia técnica y estética de los maestros góticos burgaleses. Las vidrieras de los ábsides central y meridional, datadas entre los siglos XV y XVI, constituyen un elemento destacado, con colores y diseños que integran armoniosamente la luz en el espacio litúrgico.

Portadas

La portada principal, protegida por tejaroz, se abre en el transepto meridional, su abocinamiento queda asegurado por un considerable número de arquivoltas lisas y una bella chambrana que luce ornato vegetal. Las arquivoltas, de forma apuntada, se apean en columnas de fuste liso que se sustentan en podio y rematadas por capiteles corridos que representan escenas de la vida de la Virgen y del Ciclo de la Natividad. Encima de la portada principal se abre un majestuoso rosetón que recientemente ha sido restaurado. La portada secundaria está formada por también por arquivoltas lisas que se apean en columnas rematadas con una franja decorativa de hojas de vid y cardo.

Detalles defensivos

En la fachada occidental se alza el campanario que consiste en una estrecha torre con cuatro troneras para las campanas. Esta torre destaca por su aspecto defensivo, con almenas y esbozo de matacanes.

Los muros de las naves colaterales se rematan con almenas dando al conjunto un aspecto de iglesia fortaleza. Lamentablemente la iglesia perdió en el S. XIX un claustro procesional que se encontraba situado junto al costado septentrional del edificio.

Interior de la Iglesia

Una vez dentro del templo puede observarse como el espacio de alguna manera queda roto debido a la posición central que ocupa el coro, colocado a comienzos del S. XVI como fórmula para atirantar la estructura del templo. Las columnas, capiteles corridos, arcos y bóvedas de crucería se remontan a los S. XIII-XIV. La nave crucero, los ábsides y un absidiolo abierto en el brazo sur del crucero conservan restos de policromía de época bajo-medieval.

Hemos de comentar que en el interior de la iglesia se conserva un magnífico retablo barroco de estilo churrigueresco-rococó, datado en el año 1752. También son barrocos los retablos laterales y el que se encuentra situado en el brazo norte del transepto dedicado a la Virgen del Rosario. El retablo de la Piedad, situado en el brazo meridional del transepto, así como algunas tallas integradas en el Retablo mayor son de estilo romanista. El órgano quedaría datado en el año 1724.

Fotos de la iglesia de Nuestra Señora de los Reyes de Grijalba