Venus del Mitreo

Venus del Mitreo

Augusta Emerita, Mérida

Durante la primera Guerra Púnica, en el santuario del Monte Erix, situado en Sicilia, los romanos conocieron el culto griego de la diosa Afrodita. Venus se asimiló a la diosa griega de la belleza y el amor. Los romanos consideraron a Venus la madre de Eneas, su héroe nacional y también relacionaron su culto con el de Marte, padre de Rómulo, con lo que ambas divinidades están relacionadas con los orígenes de Roma.

El culto a Venus adquirió gran importancia en la primera etapa del Imperio Romano, debido a que Venus era la abuela de Iulius, hijo de Eneas y fundador de una de las familias más poderosas, los julios. Venus contaba con un templo en el Palatino como diosa nacional y donadora de la Victoria. En el año 187 a. C. se la dedicaría un segundo templo, extra pomerium, es decir, fuera del límite sagrado de la ciudad de Roma, en este templo se rendiría culto a los ritos prohibidos de Venus y quizá adoptados de las diosas etruscas Turan, Frutis y Apru.

Descripción de la Venus del Mitreo:

La imagen nos ilustra con una representación de la diosa Venus. Se trata de una escultura de época romana, correspondiente al S. II d. C. y realizada en mármol procedente de la cantera de Estremoz. Fue hallada casualmente en el cerro de San Albín cuando se estaban haciendo los cimientos de la Plaza de Toros de Mérida, en la actualidad puede contemplarse en el Museo de Arte Romano de Mérida.

La llamada Venus del Mitreo nos muestra a una mujer en pleno desarrollo corporal que está entablando un sutil juego de sugerencias con el tapado y destapado, algo muy frecuente en las Venus romanas que siguieron el modelo helenístico de Praxíteles. El tema iconográfico de Venus fue olvidado totalmente en la Edad Media y no revive hasta la llegada del Renacimiento, momento en que alcanzará una gran repercusión.