Ermita de Río Quintanilla

Ermita de Río Quintanilla

Aspecto de la Ermita de San Emeterio y San Celedonio de Río Quintanilla, Valle de las Caderechas, La Bureba, Burgos

Ermita de San Emeterio y San Celedonio de Río Quintanilla

La recoleta Ermita de Río Quintanilla es uno de los monumentos más interesantes de esta pequeña localidad burgalesa de casi 20 habitantes que se encuentra situada en el corazón del Valle de las Caderechas, lugar de gran belleza, ubicado en el vértice noroccidental de la Comarca de La Bureba. Gracias a su benigno microclima, este valle es conocido por la gran calidad de las cerezas y manzanas reinetas que en él se cultivan.

Río Quintanilla estuvo dividido en dos barrios, uno de ellos, a día de hoy, se encuentra despoblado y tan sólo queda la que fue su parroquial, hoy ermita, dedicada a los Santos Emeterio y Celedonio, levantada sobre una terraza de la ladera del monte Castriviejo.

Descripción:

La fotografía de arriba nos permite contemplar una vista exterior, desde su ángulo sureste, de la ermita de los Santos Emeterio y Celedonio. Esta iglesia es el mejor ejemplo de arte románico en todo el valle de las Caderechas. El templo se levantó en los últimos años del S. XII y conserva buena parte de su primitiva fábrica medieval levantada en una escuadrada sillería de piedra toba. También hemos de comentar que presenta algunos aditamentos de época barroca como por ejemplo el coro y la sacristía, ésta es de planta rectangular y se encuentra adosada al muro norte del ábside.

La iglesia consta de una sola nave que se cubre con bóveda de medio cañón articulada por arcos fajones y finalizando en una cabecera de forma semicircular que está precedida por un tramo recto.

Sobre el arco triunfal se eleva un esbelta espadaña que responde al modelo de las iglesias burebanas de Piérnigas y Soto de Bureba, aunque en el caso de Río Quintanilla se accede a ella por unas curiosas escaleras que parten junto al ábside. Dicho ábside queda organizado en tres lienzos, cada uno presenta una aspillera rodeada por un arco apuntado, en el interior presenta una bóveda de cuarto de esfera.

En el costado sur del edificio y entre dos contrafuertes, encontramos el ingreso, muy sencillo, consta de dos arquivoltas que se apean en jambas prismáticas. Es interesante la serie de canecillos que sustenta el alero, la mayoría de ellos representan temas zoomorfos y figuras humanas.

Interior:

En el interior del templo pueden contemplarse restos de pinturas murales datadas en torno a los últimos años del S. XIII, alegóricas a la bóveda celestial estrellada, pueden definirse como unas pinturas de transición entre los estilos románico y gótico.

Fotos de la Ermita San Emeterio y San Celedonio de Río Quintanilla