Monasterio de Sant Miquel de Fluvià

Monasterio de Sant Miquel de Fluvià

Fachada occidental del Monasterio de Sant Miquel de Fluvià, Girona

El Monasterio de Sant Miquel de Fluvià se remonta a nada menos que el año 1045, momento en que fue fundado por la Abadía de Sant Miquel de Cuixà. Posteriormente, en el año 1066 quedó consagrada su magnífica iglesia románica y junto a ella se irán construyendo las diferentes estancias monacales. La época de mayor auge de este monasterio aconteció entre los S. XII y XIII. Uno de los elementos arquitectónicos que más nos sorprende de esta magnífica iglesia es su gallarda torre de estilo románico lombardo erigida en el S. XII.

A mediados del S. XIV, Sant Miquel de Fluvià entró en un período de declive que prácticamente ya no abandonaría. Durante la Guerra de los Armagnacs el monasterio fue fortificado y se procedió a excavar un foso defensivo. A pesar de estas medidas defensivas durante el conflicto bélico se destruyó parte de la iglesia y otros edificios adyacentes. La comunidad monacal no pudo recuperarse y en en el año 1440 gran parte del monasterio presentaba un estado de ruina. De hecho, en 1478 la iglesia se empleó con fines militares ya que en el año anterior un destacamento francés la saqueó.

A comienzos del S. XVI se procedió a restaurar el monasterio, el foso defensivo quedó soterrado y gran parte del área monacal se utilizó como cementerio. Más tarde, en 1592 el papa Clemente VIII disolvió la comunidad de Sant Miquel de Fluvià y unió la abadía a la de Sant Pere de Galligants, en la ciudad de Girona. En la Desamortización de Mendizábal los terrenos del monasterio sería expropiados y enajenados.

Descripción del Monasterio de Sant Miquel de Fluvià, Girona

Las iglesia del Monasterio de Sant Miquel de Fluvià es un templo que presenta planta basilical con una nave transversal que se destaca en los muros laterales. La nave longitudinal, formada por cuatro tramos, desemboca en una interesante cabecera tripartita.

La fachada occidental del templo es fruto de las diversas alteraciones que se dieron entre la época medieval y el inicio de la Edad Moderna. De la estructura primitiva románica todavía conserva los muros y vanos de ambos lados de la portada. Cerca del vano de la izquierda se encuentran los restos de una sepultura que se remonta al año 1315 y que al parecer perteneció al alcalde del pueblo de aquella época, Pere Benel.

Debido de la Guerra de los Armagnacs en el año 1390, se desplomó la parte superior de la fachada. Cuando la iglesia se destinó a fortaleza en el S. XV se añadiría sobre la portada un matacán que servía para vigilar y hostilizar al enemigo.

El Abada Antoni Aparici (1524-1540) abrió una portada de estilo gótico-renacentista en el año 1532 según nos aclara una inscripción que aparece en el dintel de dicha portada. A la derecha de la portada, puede observarse el escudo de armas perteneciente al Abad Aparici y en donde puede apreciarse un Epifanía. Coronando la portada se abrió un óculo para iluminar el interior del templo.

Hace poco tiempo, durante en el año 2003, momento en que se llevaban a cabo unas labores de restauración se sacó a la luz el foso defensivo que protegía la portada principal.