Iglesia de Santiago de Agüero

Iglesia de Santiago de Agüero

Portada románica de la Iglesia de Santiago de Agüero, Huesca

Agüero es un pueblo repleto de encanto que se encuentra situado a los pies de la Sierra de Santo Domingo, a una distancia de 46 km al noroeste de la ciudad de Huesca, un lugar fronterizo en la Edad Media para cristianos aragoneses y musulmanes. En el año 1024 se alzó un castillo para defender el territorio, también existió un monasterio dedicado a San Félix que dependía del Monasterio de San Juan de la Peña.

Una vez configurado el Reino de Aragón, el rey Sancho Ramírez encomendó el territorio de Agüero a Fortún Iñiguez, un alférez real. El rey Pedro I favoreció el surgimiento de un pequeño estado en la zona de los Mallos que estuvo bajo la tutela de la reina Berta, su viuda, el cuñado de ésta, el rey Alfonso I el Batallador disolvió este diminuto reino y lo cedió a Castán de Biel o Gastón de Biel, un personaje de origen franco que debió ser amigo del monarca. Este gobernador franco y su hermano, Per Petit, tenente de la fortaleza de Loarre, pudieron traer a un magnífico maestro o grupo de artistas que se encargaron de las obras de construcción de la iglesia de Santiago de Agüero, la cual se yergue solitaria en una zona boscosa que se encuentra situada en las cercanías de Agüero.

Cronología:

El origen de la iglesia de Santiago de Agüero es un tanto enigmático, su monumentalidad la hace diferente al resto de templos románicos de la zona. También se desconoce el motivo por el cual quedó inacabada. La cronología de la iglesia se sitúa entre la segunda mitad del S. XII y el primer tercio de la centuria siguiente.

Descripción de la Iglesia de Santiago de Agüero

En la iglesia de Santiago tan sólo se terminó la cabecera triabsidal y el crucero que se cerró prematuramente con un muro en el que aparecen los primeros pilares que se encargan de separar las naves. Al parecer, la obra se proyectó como un templo monástico de grandes proporciones y no como una pequeña iglesia rural. El templo, de haber terminado las obras, tendría planta basilical de tres naves, crucero y tres ábsides.

El edificio, como la mayoría de los templos románicos es comenzado por la cabecera que precisamente guarda un gran parecido con la de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), este hecho nos vuelve a sugerir que sería levantada por un taller francés que trabajaría también en otros puntos del Camino de Santiago. La decoración del templo está atribuida al Maestro de San Juan de la Peña, también conocido como Maestro de Agüero.

Portada meridional:

Uno de los elementos más destacados de la iglesia de Santiago de Agüero es la portada que contemplamos en la imagen, aparece abierta en el costado meridional de la iglesia aunque en el proyecto original hubiese estado en la fachada occidental. La Epifanía que luce en el tímpano, los capiteles y los seis canecillos, fueron tallados por el Maestro de San Juan de la Peña. La portada está coronada por un quitalluvias que se sustenta mediante una secuencia de seis canecillos decorados con animales fantásticos a excepción de dos de ellos en los que se pueden apreciar a unas figuras femeninas.

La portada en su origen tan sólo contó con dos arquivoltas baquetonadas, más tarde fue ampliada cuando todavía no estaba cubierta la iglesia, luego se añadieron dos arquivoltas más. Las dos arquivoltas interiores, es decir, las más antiguas en este caso, se apean en cuatro capiteles, los del lado oriental representan a dos dragones afrontados, el otro capitel presenta dos leones que están devorando a un cuadrúpedo.

Los capiteles del lado de poniente muestran la lucha entre un caballero cristiano y otro musulmán, en el otro lado aparece la bailarina, tema predilecto del Maestro de Agüero, también conocido como Maestro de San Juan de la Peña. Esta curiosa bailarina la hemos vista representada en las iglesias de Ejea de los Caballeros, Uncastillo, Biota, El Frago o en el Monasterio de San Pedro El Viejo, situado en la ciudad de Huesca.

Las otras dos arquivoltas, es decir, las más exteriores y recientes, descansan en cuatro columnas con sus respectivos capiteles que repiten la temática de los otros con la novedad de un centauro sagitario que se encuentra observando a un ave con cola del reptil y una centaura sagitaria que está haciendo frente a un guerrero.

Tímpano:

La portada fue finalizada con un bellísimo tímpano que representa la Epifanía. La estructura descansa en dos mochetas decoradas con unos seres monstruosos que están devorando a unas figuras humanas. Estas mochetas nos recuerdan de manera especial a las que vimos en las portadas románicas de las iglesias de Biota, San Felices de Uncastillo, El Frago y en la portada occidental de la iglesia de Santa María de Ejea de los Caballeros. También hemos de mencionar que en esta iglesia encontrará numerosas marcas de cantero pulcramente inscritas en los sillares.

Empleo de columnas-contrafuerte:

Este recurso arquitectónico es bastante raro en Aragón y en esta iglesia se emplea de manera magistral. Quizá esta solución pueda atribuirse a un maestro ultrapirenaico. Otros ejemplos del empleo de columnas-contrafuerte los encontramos en los siguientes templos:

• Castillo-Abadía de Loarre.
• Iglesia del Monasterio de Santa María de Santa Cruz de la Serós.
• Iglesia de San Miguel de Daroca, en el sur de la provincia de Zaragoza, aquí se utilizó del mismo modo que en Santiago de Agüero.
• San Lorenzo de Vallejo de Mena, situada en Las Merindades (norte de la provincia de Burgos)
• Catedral de Santo Domingo de Calzada (La Rioja).

Fotos de la Iglesia de Santiago de Agüero