Puerta de Augusto

Puerta de Augusto

Levantada en el S. I a. C, fue una de las 14 puertas de la muralla romana de Nîmes

Esta monumental puerta forma parte del rico patrimonio de época romana que atesora Nîmes, una ciudad que surgió entre las estribaciones meridionales de la cadena montañosa de las Cevenas; la región natural de Camarga que ocupa los dos brazos principales del Delta del Ródano y; la región histórica de Provenza que se extiende desde el brazo oriental del Ródano hasta la frontera con Italia.

En la actualidad, Nîmes es la capital del departamento francés de Gard (Región de Occitania) y cuenta con una población que supera los 150.000 habitantes.

Descripción:

La Puerta de Augusto y la Puerta de Francia son los únicos ingresos aún visibles del antiguo recinto amurallado romano de Nîmes, el cual se remonta al S. I a. C. La muralla romana de Nîmes contó con 14 puertas y tenía un perímetro de más de 6 km. La Puerta de Augusto, también llamada Puerta de Arlés, era uno de las principales accesos a la ciudad, recibe esta denominación porque dentro de sus instalaciones fue encontrada una estatua en bronce del emperador Augusto. En la Puerta se halla una inscripción que nos habla sobre la financiación de la fortificación en la cual participó el propio Augusto.

La Puerta consta de cuatro arcos con forma de medio punto, los dos centrales presentan mayores dimensiones y por ellos pasaban los carruajes, los laterales estaban diseñados para el paso de los peatones. En su origen la Puerta de Augusto contó con dos grandes torres de forma cilíndrica que no han llegado hasta nuestros días aunque sí se puede comprobar la forma circular de su planta. La fotografía de arriba nos permite contemplar una vista frontal de la puerta en la que podemos observar los cuatro arcos y la perfecta sillería con la que se erigió.

Vía Domitia

Por la Puerta de Augusto entraba la Vía Domitia, primera calzada romana construida en la Galia Narbonensis. La Vía Domitia recibe su denominación del cónsul romano Cnaeus Domitius Ahenobarbus (perteneciente a la Gens Domitia), el cual la mandó construir en torno al año 118 a. C.

Esta importante calzada romana comunicaba el norte de la actual Italia con la Península Ibérica, parte de su trazado coincide hoy día con el de autopistas modernas que discurren en paralelo al Mediterráneo. Cuando la Vía Domitia llega a la ciudad de Ruscino (cercanías de Perpiñán) se bifurca en una ruta costera y en un camino pirenaico que se dirigía a la actual Jonquera (Provincia de Girona).