Monasterio de Rioseco

Monasterio de Rioseco

Vista de las imponentes ruinas del Monasterio de Rioseco, Burgos

De notable interés son las imponentes ruinas del Monasterio de Santa María de Rioseco, situadas en el comienzo del frondoso Valle de Manzanedo, uno de los lugares más pintorescos de Las Merindades en donde el arte y el paisaje parece que van de la mano a juzgar por la gran cantidad de monumentos medievales que encontramos en la zona.

Debido a su importancia histórico-artística, el Monasterio de Rioseco fue declarado en el año 2019 Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento. Cabe destacar que en un principio este cenobio estuvo habitado por monjes cistercienses.

Llegar hasta esta joya arquitectónica es tarea sencilla puesto que se encuentra junto a la intersección de las carreteras BU-V-5741 y BU-V-5744, muy cerca del cauce del río Ebro y, de la población burgalesa de Incinillas por donde discurre la N-232 que comunica las ciudades de Logroño y Santander.

Descripción del Monasterio de Santa María de Rioseco

Los primeros documentos históricos que hablan de la comunidad monacal se remontan al año 1171, momento en que tienen lugar la donación de sus primitivos propietarios a la Orden del Císter. En la actualidad, el monasterio se encuentra en un estado de ruina por lo que es recomendable mantener la precaución a la hora de realizar la visita, por fortuna, un grupo de asociaciones y voluntarios trabaja sin cesar para evitar la desaparición de lo que queda del monasterio y así devolver la dignidad que merece a uno de los monasterios más importantes del norte de la provincia de Burgos en la Edad Media.

Los restos más antiguos del cenobio datan de los S. XIII y XIV, a este período corresponde la magnífica iglesia abacial. La Sala del Capítulo y la cilla fueron restaurados en el S. XVI.

Puede decirse que el estilo predominante del conjunto arquitectónico es el renacentista, lamentablemente no se conserva el imponente ingreso con elegantes columnas jónicas, al parecer fue vendido en el segundo tercio del S. XX. Una de las estancias más interesantes es el magnífico claustro de estilo herreriano cuya autoría corresponde a Juan de Naveda (1590-1638), arquitecto que participó en numerosos proyectos del entorno de la Cornisa Cantábrica. Entre las obras más célebres de este arquitecto cántabro merecen citarse el Ayuntamiento de Oviedo y el deambulatorio de la seo ovetense, además trabajó en un gran número de iglesias parroquiales pertenecientes a la Diócesis de Burgos.

Desde aquí queremos aprovechar la ocasión para mandar un saludo a todos los voluntarios que con su dedicación y esfuerzo hacen posible que esta maravilla de la arquitectura burgalesa pueda llegar en las mejores condiciones posibles a las generaciones futuras.

Fotos del Monasterio de Rioseco