Cañón del río Lobos, Soria

Cañón del río Lobos, Soria

Ermita románica de San Bartolomé, Cañón del río Lobos, Soria

Cañón del río Lobos, Soria

La ermita templaría de San Bartolomé es el rincón más visitado del Parque Natural del Cañón del río Lobos, a partir de este punto, el cañón se hace más angosto y agreste. La ermita la encontramos en una pradera abierta por uno de los meandros más pronunciados del río. Nos encontramos ante un paraje de extraordinaria de belleza y la elección para ubicar la iglesia no es casual, este lugar ha sido habitado desde tiempos prehistóricos, se han conservado pinturas rupestres de la Edad del Bronce en las cuevas cercanas a San Bartolomé.

Templarios:

A juicio de algunos autores, los templarios se establecieron en esta parte del Cañón del río Lobos buscando las energías que parecen surgir de la tierra, estamos hablando del telurismo. Por todo ello, nos encontramos ante uno de los lugares más mágicos de la Península, la ermita de San Bartolomé pudo ser un lugar donde los templarios realizaban sus ritos de iniciación.

Ermita de San Bartolomé:

La iglesia de San Bartolomé fue construida en el primer cuarto del S. XIII, por lo tanto mezcla diferentes elementos de arte románico y del emergente gótico. El templo tiene planta de cruz latina y su ábside presenta forma de hemiciclo. La portada de acceso se abre en el muro meridional, cuenta con seis arquivoltas decoradas con motivos vegetales de formas cistercienses.

No hay que dejar pasar por alto los enigmáticos canecillos de la cornisa, algunos de ellos abiertos a las más sorprendentes interpretaciones, podemos contemplar cabezas de lobo, guerreros, pentágonos estrellados, toneles, laberintos, etc.

En la ermita de San Bartolomé encontramos un buen número de marcas de cantero en sus sillares, algunas de difícil interpretación. El interior del templo muestra una gran sobriedad en su traza, la nave se cubre con una bóveda muy apuntada que nos está anunciando la llegada del estilo gótico.

Recomendación:

Aconsejamos visitar la cueva que se encuentra al lado de la ermita, desde este punto se obtiene una de las vistas más impresionantes del edificio mimetizado con el entorno, se puede subir fácilmente hasta el gran arco natural que forma la pared rocosa que apreciamos en la fotografía.

Álbum fotográfico: