Calatañazor, Tierras del Burgo

Calatañazor, Tierras del Burgo

Ermita románica de la Soledad

Situación geográfica:

Calatañazor es uno de los pueblos más bellos de la provincia de Soria. Se encuentra muy cerca de la carretera N-122 que une las ciudades de Soria y el Burgo de Osma. Calatañazor presenta el típico paisaje castellano con las pintorescas onduladas de barbecho. En este lugar se sitúa la famosa batalla donde las tropas cristianas vencieron a Almanzor, aunque se ha discutido mucho sobre dónde fue el lugar exacto de la contienda.

Historia:

De lo que no hay ninguna duda es de la importancia de Calatañazor en la Edad Media. Prueba de ello es su rico patrimonio formado por un castillo y las once iglesias románicas que llegó a tener. Además, tiene un vistoso caserío formado por construcciones de adobe con entramado de madera, amplios balcones y salientes aleros también de madera.

Las primeras noticias que tenemos de Calatañazor aparecen en el Concilio de Husillos (Palencia), en el cual se produjo un reparto de tierras entre las diócesis de Burgos y Osma. Antes de esa fecha, Calatañazor fue un puesto de vigilancia islámico, de hecho su topónimo deriva directamente del árabe, Qal`at an-Nusur que viene a decir «Castillo de las Águilas».

Ermita de Nuestra Señora de la Soledad:

En la imagen observamos el magnífico ábside de la ermita románica de Nuestra Señora de la Soledad. Anteriormente este templo fue iglesia parroquial y estuvo dedicada a San Nicolás. Se encuentra situada a extramuros de Calatañazor, muy cerca de la Iglesia de San Juan. De la primitiva fábrica románica conserva el ábside y la portada que se abre en el muro septentrional. Su cabecera tiene tres paños divididos por dos columnas adosadas que ascienden hasta la cornisa. Los capiteles de las columnas adosadas nos recuerdan al taller de Silos.

Dicho ábside se cubre mediante una bóveda de cuarto de esfera y el presbiterio con bóveda de medio cañón, cada paño del ábside abre una ventana aspillerada. Además, el ábside está dividido en dos niveles mediante una imposta decorada con motivos vegetales que aparece interrumpida por los fustes de las columnas adosadas. En el nivel inferior hay dos arcos que no corresponden a la construcción original, son de época Renacentista. En el piso superior aparecen tres ventanas, una de ellas cuenta con seis lóbulos lo que le da un aire muy oriental. Bajo la cornisa del ábside podemos disfrutar de una buena serie de canecillos con una magnífica talla escultórica.

En líneas generales, esta construcción nos recuerda de manera especial al taller que trabajó en la iglesia parroquial de Nafría la Llana, localidad muy cercana a Calatañazor. Estas dos iglesias fueron realizadas a finales del S. XII.

Recomendación:

Al lado de Calatañazor se encuentra Abioncillo, se trata de un pequeño pueblo que fue recuperado del olvido por un grupo de profesores que crearon un centro donde se enseña artesanía y cultivos.