Ruinas arqueológicas
Pompeya, Campania, Italia
Pompeya se desarrolló en la vertiente meridional del monte Vesubio,
Los restos más antiguos que se han hallado de Pompeya se remontan a nada menos que al S. VII a.C cerca de la desembocadura del río Sarno, lugar donde existió un puerto con una intensa actividad comercial. Los restos más antiguos que se han hallado de la ciudad se remontan a nada menos que al S. VII a.C, al parecer, surgió una especie de civilización mixta que integró elementos griegos y etruscos con los autóctonos, recordemos que fueron los oscos los que primero habitaron este núcleo. A finales del S. V a. C, los samnitas llegaron a la actual Campania procedentes del Samnio, una región montañosa del centro de
Italia, este pueblo conquistó las ciudades que circundaban el Vesubio y las integraron en una sola liga que iba a tener como capital la ciudad de Nuceria. Los Samnitas urbanizaron Pompeya y la dotaron de una muralla. En el S. IV a.C, Roma frenó la expansión de los samnitas y convirtieron a Pompeya en su aliada. En los años 90 y 89 a.C, Pompeya se reveló frente al poder romano junto con otros pueblos que demandaban la misma dignidad social que los ciudadanos de Roma. Las tropas de Lucio Cornelio Sila sofocaron estas revueltas y la ciudad de Pompeya tuvo que capitular, convirtiéndose en colonia romana con la denominación de Cornelia Veneria. A partir de este momento la ciudad vivirá un gran auge constructivo que continuará con el mandato de los emperadores Octavio Augusto y Tiberio. En el año 62 d. C. un gran terremoto asoló todo el área vesubiana, Pompeya comenzó inmediatamente su reconstrucción y, 17 años después, cuando aún se estaba recuperando, surgió la inesperada y trágica erupción del Vesubio. La ciudad quedó sepultada y fue olvidada hasta el S. XVI. En el año 1798 se realizaron importantes
excavaciones, durante el S. XIX y XX continuaron los trabajos arqueológicos. En la actualidad está paralizada la actividad arqueológica debido a causas administrativas, por decirlo de alguna manera, aunque siguen los trabajos de conservación y restauración de lo ya descubierto.