Retablo de la Epifanía de Damián Forment

Retablo de la Epifanía de Damián Forment

Vista del Retablo de la Epifanía de Damián Forment, Museo Diocesano de Huesca

El Museo Diocesano de Huesca custodia una magnífica colección de arte sacro en donde brilla de manera especial este pequeño retablo (82 x 71 cm). La pieza fue realizada en alabastro por el escultor Damián Forment, considerado como el máximo exponente de la escultura renacentista en Aragón.

Damián Forment nació en Valencia y es en esta ciudad donde desarrolla la primera etapa de su obra junto a su padre, Pablo Forment, y su hermano, Onofre Forment. Todos ellos participarán en la realización del retablo mayor del Convento de las clarisas de la Puridad.

No se sabe con exactitud la fecha en que Damián Forment llega a Zaragoza. En esta ciudad ealizará una de sus obras más célebres, el Retablo de la Basílica del Pilar (1515). También trabajó en los retablos de las iglesias de San Pablo (1511) y San Miguel de los Navarros (1518). Entre los años 1520 y 1534 trabaja en el retablo mayor de la Catedral de Huesca, a esta etapa pertenece el retablo de la Epifanía que podemos contemplar en la fotografía y también el de la Magdalena de Zaragoza.

Otras obras notables de Damián Forment son los relieves de Montserrat, el retablo mayor del Monasterio de Poblet y la participación en el sepulcro del cardenal Pedro de Cardona en la Catedral de Tarragona. Damián Forment murió cuando se encontraba trabajando en el retablo mayor de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, obra que sigue la estructura de los retablos castellanos.

Descripción del Retablo de la Epifanía de Damián Forment

El Retablo de la Epifanía procede de la llamada Capilla del Óculo de la Catedral de Huesca, fue realizado por Forment como muestra de su buen hacer a los canónigos de la Catedral de Huesca. En la parte inferior del relieve aparece una inscripción que hace referencia al evangelio de San Mateo en donde se describe la Adoración de los Magos. La escena aparece enmarcada por las ruinas de un edificio clásico con un arquitrabe que presenta decoración renacentista. Al fondo de la escena, podemos observar un bajorrelieve en donde aparece el séquito de los Reyes Magos que incrementa la sensación de profundidad de la composición.