Lerma

Lerma

Comarca del Arlanza, Burgos

Lerma se encuentra situada en la mitad sur de la provincia de Burgos, es una de las poblaciones más importantes de la Comarca del Arlanza. Se encuentra a una distancia de 40 km al sur de Burgos y a 205 km al norte de Madrid.

Esta ilustre villa burgalesa cobró gran importancia a finales del S. XVI por el valido del rey Felipe III, el Duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas que fue su principal mecenas, dotándola de importantes edificios, como el Palacio Ducal y la Colegiata.

Lerma ya estaba poblada en tiempos de los vacceos, pueblo de origen celtíbero que habitó este área de Castilla, Los vacceos buscaban altozanos cercanos a los cursos fluviales. Lerma fue romanizada al mismo tiempo que cayó la histórica ciudad de Numancia. Cabe recordar que los vacceos fueron un pueblo que ofreció una gran resistencia a Roma.

Durante la época visigoda Lerma estuvo poblada hasta la invasión de los sarracenos. Posteriormente con el Condado de Castilla en el S. X, se volvió a poblar y desarrollar. Las zonas cercanas a Lerma se repoblaron con vascos, esto lo podemos comprobar con los nombres de los pueblos cercanos a Lerma como Vasconcillos, Villavascones o Bascones, este último situado al este de Lerma y a orillas del río Arlanza.

El Duque de Lerma, el gran mecenas de esta ciudad castellana

Lerma posee uno de los mejores conjuntos artísticos renacentistas de España junto con las ciudades de Cáceres, Salamanca, Úbeda o Baeza. El artífice de su trama urbana y su rico patrimonio es el Duque de Lerma. Ésto fue beneficioso para la Villa Ducal aunque no tanto para el resto de España.

Felipe III fue un rey despreocupado por su cargo, era un gran aficionado a las artes y sobre todo a la caza, recibió el apodo de «El Piadoso». En muchos asuntos de envergadura delegaba en su valido y favorito, el Duque de Lerma, éste tomó la decisión de expulsar a los moriscos de España, lo que supuso una de las primeras grandes crisis económicas de la historia de España. Los moriscos y los judíos eran un motor económico, principalmente eran artesanos y comerciantes, con esta expulsión se perdió una importante población en España, en concreto, el reino de Valencia vio una reducción de casi 140.000 habitantes, este hecho lo ilustra el cuadro de Pere Oromig, «Expulsión de los Moriscos en el Grao de Valencia».

Sin embargo dotó a Lerma de uno de los planes urbanísticos más vanguardistas de su época. La Colegiata y el Palacio Ducal, están unidos por una gran galería, entre medias aparecen en ella los conventos de San Blas, Santa Teresa y la Asunción. La imagen nos ofrece una panorámica de Lerma, en primer término observamos la Colegiata de San Pedro y el Palacio Ducal, destacando sobre el resto del caserío.

Patrimonio monumental:

Mención especial merece la magnífica Colegiata de San Pedro de Lerma, fue construida sobre la antigua iglesia de San Pedro, de ella, siguen en pie sus bóvedas levantadas en estilo gótico. El conjunto de la Colegiata está realizado en estilo Renacentista, destacando su fachada herreriana.

El Palacio Ducal, es el otro edificio más insigne de la ciudad, fue construido aprovechando el antiguo castillo medieval. El maestro de la obra fue el arquitecto conquense Francisco de Mora, uno de los mejores artistas del Renacimiento Español, su tío era el célebre arquitecto Juan Gómez de Mora.

El Duque de Lerma además patrocinó numerosas obras en la ciudad, como los conventos de Santo Domingo y Santa Teresa para alojar a los dominicos y carmelitas respectivamente.