Iglesia de San Vital de Rávena

Iglesia de San Vital de Rávena

Vista exterior de la Iglesia de San Vital de Rávena, Italia

Rávena es una monumental ciudad situada en el noreste de la Italia junto a la costa del Mar Adriático, en la región de Emilia-Romaña. Presenta una población cercana a los 160.000 habitantes y cuenta con una fascinante y dilatada historia. Fue la ciudad de los umbrios, ocupada por los etruscos y pasó de aliada de Roma a municipio romano en el año 89 a. C. La importancia de Rávena comenzó cuando el emperador Octaviano hizo construir, a tan solo 4 km de la ciudad, el Puerto de Classe, gran base naval de la Antigua Roma y actualmente sede de un importante proyecto arqueológico.

En el año 402, Honorio convirtió a la ciudad en la capital del Imperio Romano de Occidente. Años más tarde, en el 476 fue tomada por Odoacro, rey de los Ostrogodos. Después de un largo asedio, Teodorico se la arrebató y en ella residieron los monarcas ostrogodos hasta la conquista de Belisario en el año 540. En el año 554, Rávena se convirtió en la capital de la prefectura de Italia del Imperio Bizantino. En la actualidad, Rávena goza de fama mundial por sus magníficos mosaicos paleocristianos, la ciudad se convirtió al cristianismo en el S. II. Los mosaicos datan de época romana y bizantina, uno de los mejores lugares para contemplarlos en la Iglesia de San Vital que pasamos a comentar a continuación

Declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO

La Iglesia de San Vital de Rávena fue construida en el S. VI y está considerada como una de las obras más representativas de la arquitectura y el arte Bizantino en Europa Occidental. Esta genial obra es conocida por sus magníficos mosaicos quedando incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 1996 junto con otros monumentos de la ciudad que pasamos a citar:

• Baptisterio Neoniano.
• Iglesia de San Vital.
• Mausoleo de Gala Placidia.
• Capilla Arzobispal.
• San Apolinar in Classe.
• Basílica de San Apolinar Nuevo.
• Baptisterio Arriano.
• Mausoleo de Teodorico.

Descripción de la obra

Las obras de construcción de San Vital de Rávena comenzaron en el año 526 gracias a la iniciativa del obispo Eclesio en el año 526 y finalizarían en el año 547, momento de su consagración, al principio del obispado de Maximiano cuyo retrato aparece en uno de los mosaicos que decoran el templo. Aunque no hay pruebas, los retratos imperiales del ábside pueden evidenciar que la construcción contase con el patrocinio imperial. El edificio combina elementos arquitectónicos romanos con bizantinos. Su planta recuerda mucho a las iglesias cortesanas de Justiniano.

La iglesia es de gran importancia para apreciar el arte del siglo VI y del período del emperador Justiniano debido a su magnífico estado de conservación y que no ha sufrido prácticamente transformación hasta nuestros días. Su construcción fue financiada por un banquero griego, Juliano Argentario. Poco se sabe de este personaje, salvo que también financiaría la construcción de la Basílica de San Apolinar in Classe. El verdadero benefactor también pudo haber sido el propio emperador bizantino, quien vio en la fundación de las iglesias como una auténtica herramienta de propaganda y una forma de fortalecer los lazos de ciertos territorios con el imperio.

Mosaicos de San Vital de Rávena

Quizá, la Iglesia de San Vital ofrece uno de los interiores más bellos que existen dentro del ámbito de la arquitectura bizantina aunque la posteridad lo ha alterado. Estos mosaicos son un buen ejemplo de las artes figurativas bizantinas y dan una idea de cómo pudieron construirse estas obras durante la Querella Iconoclasta (S. VII y VIII) y la caída de Bizancio a manos de los turcos. En la iglesia de San Vital se conservan las obras, en primer lugar, porque Rávena tomó posición contra los iconoclastas y, en segundo lugar, porque la ciudad dejó de ser bizantina durante la invasión turca. Por estos motivos, las mosaicos se salvaron de ambas catástrofes artísticas.

Fotos de los Mosaicos y la Iglesia de San Vital de Rávena