Castro Caldelas

Castro Caldelas

Ribeira Sacra, provincia de Ourense

Castillos de Galicia:

Galicia además de montañosa, fue de feudalidad en el medievo, por lo que necesariamente se tuvieron que levantar numerosos castillos para residencia de los señores gallegos, aunque la provincia de Orense no destaca por la cantidad de castillos, podemos encontrar en ella algunos ejemplos de gran belleza como el Castillo de Monterrei en Verín, el de Ribadabia o el que nos ofrece la imagen, el castillo de los Condes de Lemos de Castro Caldelas. Entre todos ellos predomina la construcción en piedra y el castillo gótico-militar. Además, por la situación de este territorio, entre el mar y Portugal, es circunstancia que justificó la fortificación interior de castillos.

Castillo de Castro Caldelas:

Fue levantado en el S. XIV sobre otro anterior del S. XII en un paraje de espectacular belleza como corresponde a la Ribeira Sacra. En el año 1560, Pedro Osorio mandó su construcción. El Castillo de Castro Caldelas está rodeado por una muralla, conserva tres de sus torres, entre ellas sobresalen las del Homenaje y la del Reloj. En el pasado la villa de Castro Caldelas se llamó Bonoburgo de Caldelas.

Hacia el año 1172, la villa consigue un importante fuero que será ampliado en el año 1228 por el rey Alfonso IX. La guerra fratricida entre Pedro I el Cruel y Enrique de Trastámara, hizo que las tropas de este último, en el año 1370, destruyeran el castillo. Posteriormente parte de la fortaleza se vino abajo en el S. XV como consecuencia de la revuelta de «Os Irmandiños», campesinos que se alzaron en armas por el expolio del que eran objeto por parte de sus señores y por la terrible crisis económica que asoló la zona en el año 1467.

Los Irmandiños consiguieron derribar algunas fortalezas, entre ellas la de Castro Caldelas. Su posterior derrota, debido a la alianza entre la iglesia y la nobleza, dio paso a un período de gran represión. El Conde de Lemos propuso acabar con todos los Irmandiños, aunque tuvo que cambiar de opinión cuando sus consejeros le recordaron que no podía hacer desaparecer a la mano de obra que los volvería a reconstruir.