Abadía de San Martín del Canigó

Abadía de San Martín del Canigó

Panorámica de la Abadía de San Martín del Canigó, Conflent, Pyrénées Orientales, France

Abadía de San Martín del Canigó

El monasterio benedictino de San Martín del Canigó se encuentra en un paraje de extraordinaria belleza, situado en la ladera septentrional del mítico pico Canigó de 2.785 metros de altitud. Nos encontramos en uno de los lugares más emblemáticos del departamento francés de los Pirineos Orientales (Región de Occitania).

Historia del monasterio:

Esta milenaria abadía constituye un símbolo del modo de vivir de los monjes en la Alta Edad Media, que preferían asentarse en lugares alejados de las ciudades según promulgaba la Orden de Cluny que fue llevada por el Abad Oliba a San Martín del Canigó, San Miguel de Cuixá y Ripoll.

Este cenobio se fundó en el S. XI por Wifredo II, conde del Rosellón, Besalú y Cerdaña, hijo de Oliba Cabreta. La iglesia se consagró el 10 de Noviembre del 1008 por el Abad Oliba.

Posteriormente, en el S. XVI, el monasterio fue agregado a la congregación tarraconense por el Papa Clemente VIII a instancias del rey Felipe II. El monasterio quedó abandonado en el S. XVIII, a nuestros días han llegado su magnífica iglesia, cripta y su curioso claustro irregular que se adapta a la orografía del terreno.

El Abad Oliba transmitió las pautas de la orden cluniacense a estas latitudes, siendo el Monasterio de San Martín del Canigó junto con la Abadía de Cuixá, uno de los primeros cenobios que asimilaron el benedictismo. Pero no fue Oliba el primer abad del monasterio, fue Sclua, un monje y sacerdote que mantenía una estrecha relación con el Conde Wifredo II. Sclua eligió esta ubicación, una zona muy abrupta donde el núcleo de población más cercano es Casteil, un pequeño pueblo de más de cien habitantes a 70 kilómetros de Perpignan, la ciudad de referencia de la zona.

Recomendaciones:

Para acceder a la Abadía de San Martín del Canigó, recordemos al visitante que debe dejar su coche en un aparcamiento y ascender por una pista perfectamente señalizada, el paseo tiene una duración de aproximadamente tres cuartos de hora, que bien merece la pena para disfrutar de la arquitectura románica y de la grandiosidad del Pirineo. En las inmediaciones de la abadía encontramos otros dos interesantes monasterios, San Miguel de Cuixá y Santa María de Serrabona.

Fotos de la Abadía de San Martín del Canigó