Abadía de San Filiberto de Tournus

Abadía de San Filiberto de Tournus

Vista de la nave central de la Abadía de San Filiberto de Tournus, Región de Borgoña, Francia

Tournus es una pulcra y agradable ciudad que se encuentra situada junto a la orilla derecha del caudaloso Saona, el principal tributario del Ródano. La ciudad surge en una feraz llanura donde, además de magníficos vinos de Borgoña, se practican diferentes tipos de cultivos agrícolas. En su bonito casco urbano, de porte medieval y con calles lindantes con el río Saona, se encuentra la majestuosa iglesia de la Abadía de San Filiberto de Tournus, de estilo románico, con imponentes torres que desafían la gravedad y el paso de los siglos.

Llegar hasta este impresionante monasterio medieval es tarea sencilla puesto que es visible desde cualquier punto de la ciudad, aún así lo encontraremos cerca de la orilla del Saona. Junto a la iglesia se encuentra la Oficina de Turismo de Tournus en la cual nos atendieron con toda amabilidad en español, algo que siempre se agradece lejos de casa y más cuando la lengua de Molière no es precisamente nuestro fuerte aunque siempre estamos dispuestos a mejorar. Con la información recopilada en la oficina de turismo sabemos que esta ciudad en la Antigüedad fue llamada Trenorchium y en ella fue martirizada San Valerio.

Comentario de la Abadía de San Filiberto de Tournus

Nos encontramos ante una de las abadías más antiguas e interesantes de la región de Borgoña. Entre sus elementos más notables hemos de destacar su iglesia que presenta tres naves de cinco tramos que desembocan en una cabecera con girola formada por cinco capillas radiales. Sorprende la nave central que alcanza los 18 metros de altura y que ofrecemos en la fotografía de arriba. Además de la iglesia también son de gran interés otras dependencias monacales como el claustro, la Sala del Capítulo, el refectorio o incluso su curiosa bodega.

La Abadía de San Filiberto de Tournus tiene su origen en un pequeño monasterio que se remonta hasta nada menos que el S. IV, en este lugar fue decapitado San Valerio. Posteriormente, el monasterio fue donado en el año 875 por Carlos II de Francia, conocido como Carlos el Calvo, a los monjes benedictinos procedentes de Noirmoutier que lo ocuparon hasta principios del S. XVII, época en que la abadía quedó convertida en colegiata.

A mediados del S. X se reconstruye el monasterio puesto que había sido destruido por un ataque de los húngaros, aunque al poco tiempo la iglesia sufriría un devastador incendio. Por lo tanto, la mayor parte de la fábrica actual del edificio data de los S. XI y XII, a esta última centuria pertenecen los campanarios que destacan por su refinada decoración y su considerable altura. En el interior de la iglesia se custodia una interesante talla románica de la Virgen que está datada en el S. XII y se integra en un retablo del S. XIV.

Mosaico románico:

Una de las gratas sorpresas que nos brindó esta antigua abadía fue la contemplación de un fragmento de mosaico románico en el que se conservan algunas escenas que representan parte de un calendario o mensario. El mosaico, datado en los primeros años del S. XII, se sitúa en el deambulatorio de la Cripta.

Recomendación:

Son también dignos de mencionar los edificios que circundan la abadía, muchos de ellos están datados entre los S. XII y XVII y se accede a ellos por una impresionante puerta fortificada del S. XIV. Además de la Abadía, los amantes al arte románico encontrarán en esta ciudad la iglesia de Saint-Valérien y en la cercanías, a tan sólo 8 kilómetros de este punto, se alza la iglesia de Saint-Pierre de Uchizy, una maravilla del románico lombardo en tierras borgoñonas.

Fotos de la Abadía de San Filiberto de Tournus