Torre del Gallo

Torre del Gallo

Cimborrio de la Catedral Vieja de Salamanca

La Torre del Gallo fue construida entre los siglos XII y XIII, las obras comenzaron en el año 1120 después de restaurarse la antigua diócesis. Tiene planta basilical en cruz latina y consta de tres naves que se rematan en sendos ábsides de forma semicircular, es aquí, en la cabecera, donde comenzaron las obras de la Catedral Vieja de Santa María.

Como curiosidad, este magnífico templo estuvo a punto de ser derribado para erigir la nueva catedral del S. XIV, una de las últimas catedrales de Europa que se realizaron en estilo gótico. No se sustituyó el edificio anterior, más bien, se construyó junto a él. Tomando el conjunto de ambas catedrales se ve una fusión de estilos, aunque predomina el gótico con incorporaciones posteriores en la época renacentista y barroca.

Torre del Gallo, Cimborrio de la Catedral de Salamanca

La Torre del Gallo, perteneciente a la Catedral Vieja de Salamanca, es uno de los cimborrios más bellos del románico peninsular, es todavía más complicado que su antecesor, el Cimborrio de la Catedral de Zamora y su contemporáneo, el Cimborrio de la Colegiata de Toro. La Torre del Gallo presenta dos niveles de luces que mejoran la ornamentación de los ejemplos zamoranos.

Al igual que en la Catedral de Zamora y la Colegiata de Toro, la Torre del Gallo se levanta a partir de los arcos torales, presenta cuatro pechinas triangulares y esféricas, a partir de aquí se encuentra el anillo de sustentación que finaliza en una cornisa. Sobre dicha cornisa se alzan dos cuerpos de dieciséis ventanas cada uno, en el nivel inferior la mitad de las ventanas están cegadas y se van alternando con las abiertas.

Las ventanas presentan decoración con columnillas y capiteles de motivos vegetales rematados con bolas o piñas. Los cimacios de los capiteles se enlazan cada dos columnas contiguas mediante otra columna que sustenta los nervios de la cúpula. Las columnas donde descansan los nervios de la cúpula son dieciséis como en el Cimborrio de la Catedral de Zamora. En el interior, la Torre del Gallo se cubre con dieciséis gallones cóncavos. En cada esquina de la cúpula aparecen torrecillas cilíndricas que sostienen el equilibrio de la cúpula y terminan en pequeños conos con una bola en cada cúspide.

Fotos de la Torre del Gallo