Monasterio de Santa María de Mezonzo

Monasterio de Santa María de Mezonzo

Vista de los ábsides del Monasterio de Santa María de Mezonzo, Galicia

Esta magnífica iglesia románica, perteneciente en su día al Monasterio de Santa María de Mezonzo, se yergue en un paraje idílico que se encuentra en la parroquia de Mezonzo, perteneciente al Concello de Vilasantar, situado en la Comarca de Betanzos (Provincia de A Coruña). Curiosamente nos hallamos a una distancia de aproximadamente 50 km respecto a las ciudades de A Coruña, Santiago de Compostela y Lugo.

Lo único que se conserva del antiguo monasterio benedictino de Santa María de Mezonzo es la iglesia de estilo románico y algunos restos correspondientes al claustro.

Origen:

Según las crónicas, el Monasterio de Santa María de Mezonzo fue fundado a finales del S. IX por el abad Reterico aunque la actual iglesia hay que situarla cronológicamente en los S. XII y XIII. Aún así,  esta constancia documental queda reafirmada por algunos elementos de la antigua construcción prerrománica, prueba de ello es una columna de mármol que se halla en el ala septentrional del edificio.

Al parecer, el abad Reterico recibió de Alfonso III la villa de Mezonzo para fundar un cenobio dúplice. En 871, bajo el liderazgo de Fulgaredo, sobrino de Reterico, los monjes y monjas del monasterio firmaron un pacto para seguir una regla común. En 930, un documento atestigua la donación del monasterio al rey Alfonso IV.

Durante el siglo X, el monasterio adquirió relevancia, en parte debido a la figura de San Pedro de Mezonzo (930-1003), nacido en Curtis y ordenado presbítero en 959. Pedro, abad del monasterio y posteriormente obispo de Iria Flavia y Compostela, es conocido por su atribución a la autoría de la Salve Regina, una de las oraciones marianas más significativas de la liturgia cristiana. Su liderazgo durante las incursiones de Almanzor en 997, cuando protegió las reliquias del Apóstol Santiago, refuerza su importancia histórica.

En el siglo XII, el monasterio adoptó la reforma cisterciense impulsada por Bernardo de Claraval, siendo reedificado en el contexto del románico pleno. En 955, pasó a depender del Monasterio de Sobrado dos Monxes, y en 1498 fue anexionado al Monasterio de San Martiño Pinario tras un periodo de decadencia, marcando el declive de su independencia.

Descripción de la Iglesia de Santa María de Mezonzo

Debido a su interés histórico-artístico, la iglesia de Santa María de Mezonzo ostenta la categoría Bien de Interés Cultural desde 1931. El templo presenta una planta basilical de tres naves con tres tramos cada una, culminando en un triple ábside semicircular.

Para la construcción de la iglesia se empleó sillería de granito, su estructura refleja una sobriedad robusta, con contrafuertes que refuerzan los muros laterales y la fachada occidental, absorbiendo los empujes estructurales. Las naves, cubiertas con techumbre de madera a dos aguas, desembocan en ábsides con bóvedas de cuarto de esfera, mientras que el presbiterio central se cubre con una bóveda de medio cañón.

La cabecera tripartita es uno de los elementos más destacados, con el ábside central adornado por una arquería ciega que sostiene el alero de la cornisa y un rosetón polilobulado de calados esmerados, reminiscente de otros ejemplos gallegos, como el de la iglesia de Santo Tomé de Serantes. Las ventanas de los ábsides, enmarcadas por arquivoltas de medio punto, están decoradas con líneas de imposta de taqueado jaqués, un motivo ornamental que articula los volúmenes y genera un juego de claroscuros.

El templo cuenta con tres portadas románicas: la principal en la fachada oeste, con triple arquivolta y columnas de fustes monolíticos, y dos laterales en los muros norte y sur, ambas con doble arquivolta. La portada septentrional conserva una columna de mármol, probablemente reutilizada de la iglesia prerrománica, y un tímpano liso apoyado en ménsulas. La portada meridional presenta una ornamentación más avanzada, con capiteles de talla plana y hojas embutidas.

Decoración

La decoración escultórica de la iglesia de Santa María de Mezonzo, limitada por la dureza del granito, se centra en motivos vegetales, geométricos y algunos entrelazos, con escasa presencia de figuración humana. Los capiteles de las portadas y del interior, especialmente en los arcos formeros y fajones apuntados, exhiben motivos fitomorfos y cabezas humanas en algunos casos. Destacan también los canecillos de proa y nacela bajo los aleros de los tramos central y oriental, así como un friso corrido que une las ventanas de los ábsides. La presencia de columnas de mármol y dos capiteles prerrománicos reutilizados en la pila de agua bendita, datados en los siglos VI-VII.

Fotos del Monasterio de Santa María de Mezonzo, Galicia