Baena, provincia de Córdoba

Baena, provincia de Córdoba

Campiña de Baena

La ciudad del olivar:

Baena es tierra olivarera, aquí se crian algunas variedades como la «Carrasqueña de Córdoba» o «La Picuda». Los aceites con denominación de origen Baena tienen unas peculiaridades muy apreciadas.

El caserío blanco de esta población aparece escalonado a lo largo de una colina que guarda y recuerda su pasado árabe, aunque el origen de la villa hay que encontrarlo en la población íbera de Iponuba, situada en el cercano cerro del Minguillar. Iponuba mostró su apoyo a Julio César en su lucha contra Pompeyo durante la época romana. Más tarde, durante la dominación islámica, Baena se denominó «Bayyana» y fue capital de una cora o kora (kurah en árabe), que era una de las demarcaciones territoriales en que estaba dividido Al-Andalus.

De época árabe son las ruinas de su castillo, uno de los principales monumentos de la villa debido a su interés histórico, los primeros datos que se obtienen de él datan del S. IX, momento en que Omar Ben Hafsum, un muladí malagueño, se rebeló contra el Califato de Córdoba, tomando Baena en el año 891. En el año 1240 las tropas de Fernando III el Santo conquistan la ciudad.

Visita turística:

Otros monumentos de especial interés que nos ofrece esta villa cordobesa son la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, fechada en el S. XIV, la iglesia de San Bartolomé y Santa María la Mayor que fue erigida sobre los restos de una antigua mezquita. El S. XVIII fue una período próspero para la ciudad, prueba de ellos son las numerosas casas señoriales que aparecen en sus calles. Al margen del magnífico patrimonio que nos ofrece Baena, hay que recordar su ilustre Semana Santa, donde el redoblar de los tambores de los «judíos» invade sus calles y plazas, éstos se dividen según el color de las colas que decoran sus cascos, es decir, en «coliblancos» o «colinegros».