Escultura Románica

Principales características de la escultura románica y ámbitos geográficos

La escultura románica se destaca por su subordinación a la arquitectura y su función didáctica para transmitir la doctrina. Presenta figuras estáticas y geométricas, adaptándose al marco arquitectónico. La policromía es común en estas esculturas aunque el paso del tiempo y la erosión haya ido suprimiéndola. Los temas principales son religiosos, con representaciones de la Biblia y las vidas de los santos en portadas como tímpanos y capiteles. También se encuentran motivos mitológicos, vegetales, geométricos, escenas cotidianas y animales fantásticos.

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Características de la escultura románica

La escultura románica es el arte decorativo de los siglos del románico, de la misma manera que el mosaico lo fue del edificio bizantino

Adaptación al marco arquitectónico

Una de las principales características de la escultura románica es su adaptación al entorno arquitectónico. Las esculturas se conciben y diseñan especialmente para encajar con la arquitectura de los edificios románicos. Tanto en las portadas de las iglesias como en los capiteles y tímpanos, las esculturas se integran de manera armónica y complementaria.

Esta adaptación al marco arquitectónico obliga a retorcer las figuras en posiciones, en ocasiones, acrobáticas o a cincelar una sola cabeza en un ángulo para dos cuerpos, e incluso a romper las proporciones utilizando extremidades muy cortas.

El escultor para nada se amilana ante dificultades o incorrecciones porque su obra cumple una función de lenguaje, de ilustración en una época en la que los fieles analfabetos leen las historias sagradas en los relieves, capiteles, tímpanos… Circunstancia que convertirá a las iglesias en auténticos evangelios en piedra.

Ausencia de movimiento y expresividad en las figuras

En la escultura románica, las figuras representadas carecen de dinamismo y expresividad. Se busca transmitir una sensación de serenidad y espiritualidad a través de la estaticidad de las figuras. Los rostros suelen ser serenos y hieráticos, con gestos solemnes y sin muestras de intensidad emocional.

Geometrización de las formas

La geometrización de las formas es otra característica destacada de la escultura románica. Las figuras humanas y animales se simplifican y se les otorga un carácter más abstracto, con líneas rectas y formas geométricas claramente definidas. Esta geometrización contribuye a la sobriedad y simbolismo de las esculturas románicas.

Simetría y utilización del espacio

La simetría es un elemento fundamental en la escultura románica. Las figuras se colocan de manera equilibrada y ordenada, siguiendo un patrón simétrico. Además, se busca llenar todo el espacio disponible con figuras y ornamentos, creando una sensación de plenitud y armonía.

Uso de policromía

La policromía, es decir, el uso de múltiples colores, es una característica distintiva de la escultura románica. Las esculturas se pintaban cuidadosamente con colores vivos y brillantes, otorgándoles una mayor belleza y realismo. Esta técnica de policromía resalta los detalles y aporta una mayor expresividad a las obras escultóricas.

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Temas de la escultura románica

La escultura románica se caracteriza por su profundo contenido religioso, que se ve reflejado en las representaciones de temas bíblicos y de santos. A través de estas obras de arte, se busca transmitir de manera visual los fundamentos y enseñanzas de la fe cristiana a los fieles. Veamos algunos de los temas más recurrentes en la escultura románica:

Representaciones bíblicas

En las obras escultóricas románicas, se pueden apreciar representaciones de pasajes bíblicos y figuras de santos reconocidos. Estas esculturas, ubicadas principalmente en las portadas de los edificios, como los tímpanos y capiteles, narran historias sagradas y honran a los santos venerados en la época. Es impresionante contemplar cómo los artistas románicos plasman con maestría los relatos bíblicos y la vida de los santos en piedra.

Los tímpanos y capiteles en la escultura románica

Los tímpanos y capiteles son elementos arquitectónicos que brindan un espacio ideal para la representación escultórica en el arte románico. En los tímpanos, se encuentran relieves que representan escenas del Juicio Final, Cristo en Majestad rodeado de tetramorfos, serafines y ancianos, entre otros motivos religiosos y simbólicos. Por otro lado, los capiteles de las columnas están decorados con figuras de animales fantásticos y vegetales, que complementan la temática religiosa presente en la escultura románica.

Representación de Cristo en Majestad y el Juicio Final

Uno de los temas más destacados en la escultura románica es la representación de Cristo en Majestad, donde se muestra a Cristo como el gobernante supremo y divino. Estas esculturas, generalmente ubicadas en los tímpanos de las portadas, presentan a un Cristo frontal y sereno, rodeado de los tetramorfos y símbolos de poder divino.

Otro tema recurrente es el Juicio Final, donde se representa la figura de Cristo en el trono, rodeado de los tetramorfos, serafines y los 24 ancianos. Estas representaciones transmiten la creencia medieval en el fin de los tiempos y el juicio de las almas.

La escultura románica, a través de estos temas religiosos, nos permite adentrarnos en la espiritualidad y la devoción de la época, dejándonos maravillados por la habilidad artística y la carga simbólica que poseen estas obras.

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Otros motivos en la escultura románica

La escultura románica no se limita únicamente a representaciones religiosas, sino que también incluye una variedad de motivos que reflejan la vida cotidiana, la naturaleza y seres fantásticos.

Motivos vegetales y geométricos

La escultura románica incorpora elementos vegetales y geométricos en sus obras para embellecer y adornar los espacios arquitectónicos. Los motivos vegetales, como las hojas de acanto, las palmas y las uvas, simbolizan la vida y la fecundidad. Estos diseños se entrelazan y decoran los capiteles de las columnas y las arquivoltas de las portadas, creando patrones intrincados y llenando el espacio con formas orgánicas y simétricas.

Además, se utilizan motivos geométricos, como círculos, rombos y espirales, que se disponen de manera ordenada y regular. Estos elementos geométricos, con su simetría perfecta, representan el orden y la armonía divina, y se encuentran tanto en las esculturas ornamentales como en los detalles arquitectónicos.

Escenas de la vida cotidiana y animales fantásticos

En la escultura románica, también se representan escenas de la vida cotidiana, como labradores en los campos, músicos, artesanos y personas realizando diversas actividades. Estas representaciones realistas reflejan la vida y las costumbres de la época, y se encuentran plasmadas en los capiteles y los frisos de las iglesias. Además, se representan animales fantásticos, como grifos, sirenas y dragones, que simbolizan lo sobrenatural y lo misterioso.

Obras escultóricas exentas de la escultura románica

Además de las esculturas integradas en la arquitectura, la escultura románica también produjo obras exentas, es decir, esculturas independientes que no forman parte de un edificio. Estas obras escultóricas incluyen tallas de madera policromada, que representan escenas como la Virgen como trono de Dios, la crucifixión y el descendimiento de la Cruz. Estas esculturas exentas eran veneradas en altares y capillas, y mostraban un alto nivel de habilidad artística y devoción religiosa.

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Escuelas europeas de escultura románica

La escultura románica no solo se limitó a un estilo uniforme en toda Europa, sino que dio lugar a diversas escuelas con características distintivas. Estas escuelas europeas de escultura románica dejaron una huella única en la historia del arte medieval. A continuación, exploraremos algunas de las escuelas más destacadas:

Escuela irlandesa y anglosajona

La escultura románica en las Islas Británicas, particularmente en Irlanda y en el período anglosajón, se caracterizó por la realización meticulosa de tallados en piedra. Las obras de estas escuelas destacan por su detalle minucioso y su habilidad técnica. Los temas religiosos y narrativos se plasmaban en los capiteles y tímpanos de las iglesias, revelando una influencia celta única.

Escuela alemana

En Alemania, la escultura románica se caracterizó por su estilo robusto y su capacidad para transmitir una sensación de solidez. Las figuras esculpidas eran de gran tamaño, destacando la representación de Cristo y los santos. Las obras de la escuela alemana revelan una influencia bizantina en la rigidez de las poses y la expresión hierática de las figuras.

Escuela italiana

En Italia, la escultura románica mostró una fusión de estilos bizantinos y romanos preexistentes, así como influencias orientales y de la Antigüedad tardía. Las obras de esta escuela se caracterizaban por su sentido del movimiento y la expresividad facial de las figuras. Los relieves y esculturas en iglesias y catedrales italianas reflejaban escenas bíblicas y la vida de los santos con un detalle meticuloso.

Escuelas francesas

En Francia, cuna del arte románico, se desarrollaron varias escuelas que dejaron un legado significativo. La región de Borgoña se destacó por la escultura en marfil y metales preciosos, creando obras de gran delicadeza y detalle. En la región de Languedoc, las esculturas se caracterizaban por su esquematización y expresividad hierática. Finalmente, en la región de Auvernia, las obras revelaban una intrincada geometría y un fuerte énfasis en el simbolismo religioso.

Estas escuelas europeas de escultura románica reflejaban las distintas tradiciones artísticas y culturales de cada región, dejando un legado único en el arte medieval. A pesar de sus diferencias, todas compartían la devoción religiosa y el impacto didáctico que buscaban transmitir a través de sus obras esculpidas.

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Influencias y origen de la escultura románica

La escultura románica fue influenciada por diferentes fuentes artísticas que contribuyeron a su desarrollo y expansión. A continuación, exploraremos las principales influencias y el origen de esta fascinante expresión artística medieval.

Inspiración en dibujos y figuras de códices regionales y tapices orientales

Uno de los aspectos fundamentales que influyeron en la escultura románica fue la inspiración proveniente de los dibujos y figuras presentes en los códices regionales y los tapices orientales. Estas representaciones artísticas, que se caracterizaban por su rica ornamentación y símbolos religiosos, se convirtieron en una importante fuente de inspiración y referencia para los escultores románicos.

Los artistas románicos se nutrieron de la iconografía presente en estos manuscritos iluminados y en los tapices orientales, adaptando sus elementos y diseños a las obras escultóricas. Las figuras estilizadas, los patrones geométricos y las representaciones simbólicas presentes en estos objetos fueron reinterpretados en la escultura románica, dotándola de un lenguaje artístico propio y distintivo. Esta influencia contribuyó a la creación de un estilo único y auténtico en la escultura románica.

Surgimiento en Francia y expansión por Europa

La escultura románica tuvo su origen en Francia, específicamente en la región de Borgoña, durante los siglos XI y XII. A partir de allí, se expandió rápidamente por toda Europa, alcanzando su máximo esplendor en países como España, Italia, Alemania e Inglaterra.

El surgimiento de la escultura románica en Francia estuvo estrechamente ligado al contexto histórico y religioso de la época. Durante el periodo medieval, la Iglesia desempeñó un papel fundamental en la sociedad europea, y la escultura románica se convirtió en una herramienta poderosa para transmitir los mensajes religiosos. Este estilo escultórico se adaptó a las necesidades arquitectónicas de los templos románicos, fusionándose con ellos y adquiriendo una función didáctica.

La expansión de la escultura románica por Europa se debió en gran medida a la movilidad de los artistas y la influencia de los diferentes centros monásticos y catedrales. Las escuelas europeas de escultura románica, como la irlandesa y anglosajona, la alemana, la italiana y las distintas escuelas francesas, surgieron a lo largo del continente, cada una con características propias y estilos regionales.

trinidad paternitas, soria

Escultura románica en España

Características más relevantes

La escultura románica en España se desarrolló principalmente entre los siglos XI y XIII, coincidiendo con la construcción de numerosas iglesias y catedrales en el contexto del Camino de Santiago. Este camino de peregrinación atrajo a millas de personas de toda Europa, lo que resultó en una gran inversión en la construcción de templos.

La situación en la Península Ibérica hacia el año 1000 y posteriores es bien diferente al ámbito europeo. Ello es debido a la pugna con los musulmanes por el territorio. En este momento la frontera se irá desplazando desde el rio Duero al Tajo (Conquista de la ciudad de Toledo en el año 1085). La reconquista ha contribuido a suscitar una sociedad peculiar. En la Meseta del Duero el campesinado prácticamente es libre y propietario de la tierra, algo insólito en Europa.

En cuanto a las características podemos hablar de prácticamente las mismas que en el románico europeo aunque en el caso hispano habrá una influencia muy notable del Arte hispano-musulmán.

crucifijo de don fernando y doña sancha

Afloramiento de la escultura románica hispana

Desarrollo

La influencia francesa en la escultura románica aflora por el Camino de Santiago como se ha indicado con anterioridad. Además, en la Península Ibérica se  va a dar una gran producción de esculturas y relieves, la mayor parte de las ocasiones de temática religiosa. En numerosas ocasiones están dotados de un gran dramatismo y de una intensidad expresiva que  en ocasiones superarán a los modelos europeos. Todos los lugares del edificio románico son considerados sagrados para plasmar estas versiones de los libros sagrados.

Prácticamente, en todas las regiones del norte de España encontramos interesantes obras de escultura románica, desde Galicia a Cataluña, sin olvidad la zona centro (Castilla y León) y los territorios del Reino de Navarra y Aragón.

Separadas de su ámbito arquitectónico, abundan también las obras maestras como el Crucifijo de Don Fernando y Doña Sancha de León o también los Descendimientos de madera de Taüll o el de Sant Joan de las Abadesas.

duda de santo tomás silos

Escultura románica en España, S. XI

San Isidoro de León, Fachada de Platerías, Santo Domingo de Silos

En las portadas meridionales de la Colegiata de San Isidoro de León puede contemplarse una serie de figuras planas y rasgos arcaicos de estirpe ciertamente bizantina. De entre todas las escenas merece destacarse el Descendimiento de Cristo.

En la fachada de las Platerías de la Catedral de Santiago de Compostela destacamos el magnífico tímpano que representa las Tentaciones del Señor, rodeado en un elenco de figuras, como el de la adúltera con la cabeza de su amante. En las misma línea de arcaísmo que la Colegiata de San Isidoro de León, los relieves compostelanos lucen una capacidad narrativa un tanto más avanzada.

El monumento más insigne de la escultura románica en Castilla son los relieves del claustro bajo del Monasterio de Santo Domingo de Silos. De los 15 capiteles de la panda este, trece lucen temas del bestiario medieval con ciertas influencias árabes. Mayor valor artístico ofrecen todavía los magníficos relieves colocados en los ángulos, entre ellos destacamos los que representan la Duda de Santo Tomás y los Discípulos de Emaús.

iglesia de santa maría la real de sangüesa

Escultura románica en España, S. XII

Portadas de Ripoll y Sangüesa. Breve recorrido por el Maestro de Agüero de San Juan de la Peña

En el segundo cuarto del S. XII se realizará una de las portadas más celebres del románico hispano. Estamos hablando de la portada occidental del Monasterio de Ripoll (Girona). Las figuras aparecen dispuestas en una serie de frisos, en el superior aparece Cristo y los Ancianos del Apocalipsis, en los tres inferiores tenemos escenas del Antiguo Testamento. En la portada de Ripoll se puede ver un tratamiento exquisito de la línea curva y el alto relieve, lo cual muestra un maestro de espíritu barroco si lo comparamos con otros artistas de S. XI en Cataluña. Después de esta gran portada los escultores se centrarán principalmente en los claustros y tímpanos.

En Navarra encontramos la magnífica portada de la iglesia de Santa María la Real de Sangüesa. Interesante conjunto escultórico que evidencia la gran influencia procedente de Francia como demuestra el notable alargamiento de las figuras.

Dentro de esta cronología merece citarse la labor escultórica presente en el claustro románico del Monasterio de San Juan de la Peña (Comarca de la Jacetania, Huesca). En él puede observarse una evolución audaz que lleva a cabo el conocido Maestro de Agüero. Muy característicos son los ojos exagerados de las figuras o el plegado de trazos caligráficos. Las composiciones aparecen perfectamente adaptadas al espacio.

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Escultura románica en España, S. XIII

La transición hacia el incipiente gótico

Ultimo período de la Escultura románica

El último período de la escultura románica presenta dificultades de encuadre estilístico a los teóricos del arte. Prueba de ello es como en algunos manuales franceses se considera al Maestro Mateo como un artista gótico y en los españoles prefieren catalogarle dentro del ámbito románico. Esta última etapa la riqueza en pliegues dinámicos y el bulto redondo mostrarán un cierto olvido de la función arquitectónica y la búsqueda de efectos pintorescos a anecdóticos. En todos los aspectos el cambio es perceptible como por ejemplo en las vestimentas, el volumen y las expresiones.

En este período merecen destacarse tres obras en las que parece señalarse el advenimiento del humanismo gótico:

Apostolado de la Cámara Santa de Oviedo

Aquí podemos observar como en los fustes de las columnas aparecen figuras emparejadas que inician una relación mediante la ligera torsión del cuerpo y los gestos de sus manos. La humanización parece completarse con la variedad de posiciones de brazos y manos por los que se multiplican los ángulos de los pliegues. También aparece una cierta amabilidad en los rostros de las figuras.

Portada del Maestro Fruchel, Basílica de San Vicente de Ávila

Aquí encontramos notables analogías con la Catedral de Chartres y con la célebre portada navarra de Sangüesa. Desde el parteluz, Cristo preside a los Apóstoles que se encuentran adosados en los fustes de las columnas, de alguna manera parecen conversar entre ellos.

Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela.

En esta grandiosa obra parece culminar la plástica románica. Los tres arcos se corresponden con las naves del templo, sobre los tímpanos, arquivoltas, jambas encontramos un magnífico conjunto escultórico que asombra por su magnitud y delicadeza. El Maestro Mateo, del que tenemos datos bibliográficos, es el autor de tan magnífica obra.