Liebre

Liebre

Bestiario románico

La Liebre en el arte románico

La liebre que observamos en la fotografía la encontramos en la única portada que presenta la iglesia de San Claudio de Olivares, uno de los templos señeros del románico zamorano por su magnífica escultura de filiación leonesa. La liebre en el bestiario medieval representaba al pecado de la lujuria por su fertilidad. Pero no siempre la liebre tuvo un significado negativo, en el antiguo Egipto, los sacerdotes portaban el emblema de la liebre, ya que este animal, al igual que el león, simbolizaba la vigilancia, se supone que las liebres duermen con los ojos abiertos, además, las liebres nacen muy desarrolladas, con abundante pelo y los ojos abiertos para iniciar en ese instante la carrera.

El término liebre, procede del griego, lepus, que viene a decir, mirada afilada. La liebre era uno de los atributos de la diosa griega Hécate, protectora de los partos. A lo largo de la Historia del Arte, la liebre quedó plasmada en numerosas obras, no sólo en el mundo antiguo y medieval, Rubens, Tiziano, Mantegna o Durero, también la trataron.