Balmaseda, la primera Villa de Vizcaya

Balmaseda, la primera Villa de Vizcaya

Comarca de las Encartaciones, río Cadagua y el Puente de la Muza

Situación geográfica:

Balmaseda se halla situada en un angosto valle del curso medio del río Cadagua, a una altitud de 149 metros sobre el nivel del mar. Los montes que rodean la villa, aunque no presentan grandes elevaciones, ninguno supera los 800 metros, suponían una verdadera dificultad para las comunicaciones en tiempos pasados.

El municipio actual de Balmaseda ocupa una superficie de 22,3 kilómetros cuadrados, todo este territorio formaba parte del Valle de Mena, un valle de realengo que ya pertenecía a Castilla desde el S. IX, aunque después formó parte del Reino de Navarra hasta el año 1175, momento en que de nuevo pasaría a manos castellanas.

Al poco tiempo, el rey de Castilla entregó este valle a Lope Sánchez de Mena, fundador de Balmaseda. Balmaseda y el territorio de Orduña, se incorporaron al Señorío de Vizcaya en tiempos de Don Lope Díaz de Haro, gracias al matrimonio con la infanta Doña Urraca, hija del rey Fernando III.

La primera villa de Vizcaya:

La villa de Balmaseda fue fundada por López Sánchez de Mena, Señor de Bortedo. Fue la primera villa de Vizcaya, consiguiendo este título en el año 1199, después en el S. XIII, se levantaría el puente que salva las aguas del río Cadagua y podemos contemplar en la fotografía, conocido como «Puente de la Muza».

Este puente es el eje vertebrador de la villa debido a que el casco antiguo se sitúa en la orilla izquierda del río y la parte nueva con la estación de ferrocarril se encuentran en la margen derecha.

Balmaseda durante la Edad Media vivió uno de sus mejores momentos, en parte por su inmejorable posición geográfica, que la colocaba en el paso de la importante ruta que comunicaba Bermeo y Castro Urdiales con el interior de la Península Ibérica. Bermeo y Castro Urdiales eran los dos puertos más activos del Cantábrico en esta época y que enlazaban con las principales ciudades de la costa atlántica europea.

Por ello las primeras villas vizcaínas en surgir, fueron las mejor situadas en los pasos naturales que unían el interior con la costa. Estos pasos, abiertos por los ríos, vieron nacer a las primeras villas de Vizcaya, como Balmaseda en el paso del Cadagua, Orduña en el del Nervión, Durango y Otxandio en el del Ibaizabal y Lanestosa en el paso de los Tornos.

También fue fundamental para el desarrollo de Balmaseda el Fuero de Logroño que permitió a sus habitantes pasar de labradores dependientes a participar activamente en las actividades comerciales, pastar con sus ganados o cortar madera.

Álbum fotográfico: