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Catedral de Sevilla y la Giralda
Vista panorámica de Sevilla desde la Torre del Oro
Catedral de Sevilla
En el S. XV la ciudad de Sevilla era un auténtica potencia económica y cultural, debido a ello surge el deseo de levantar una catedral de grandes proporciones. Su acusada horizontalidad viene dada por la tremenda superficie en planta. En el exterior, según nos muestra la fotografía, apenas se nota esa horizontalidad debido a la abundancia de pináculos.
La Catedral de Sevilla junto con las de Salamanca y Segovia, son los últimos ejemplos del floreciente gótico hispano. Todas ellas son construcciones grandiosas, aunque su espaciosidad y luminosidad nos evocan al nuevo aire renacentista que ya se respira en Europa. En la arquitectura gótica española del S. XV los avances no son técnicos, más bien son decorativos.
Descripción:
La Catedral de Sevilla es una de las más grandes del Mundo, su superficie es de 126,18 m. de largo por 82,60 m. de ancho. Su altura máxima son los 30,48 m y su torre, la Giralda, alcanza los 98,5 m pero si contamos el giraldillo, llega a los 104,1 m. por lo que supera al Big Ben de Londres que llega a los 96,3 m. Durante siglos fue la torre más alta de toda España.
La Giralda es el icono universal de Sevilla, símbolo y modelo de equilibrio, mestizaje y belleza. A mediados del S. XVI se añadió el actual cuerpo de campanas de estilo Renacentista.
Fernando III el Santo conquistó Sevilla a los almohades, el 23 de noviembre de 1248. Al igual que en Córdoba y en otras muchas capitales, convirtió la mezquita aljama en sede episcopal. Por el espacio que ocupa la catedral, la antigua mezquita debió ser colosal e incluso mayor que la Mezquita de Córdoba. Prueba de ello lo corrobora el Patio de los Naranjos, antiguo «Sahn» o patio de las abluciones y también su enorme torre, la Giralda, anteriormente descrita.
Tras la conquista cristiana no se destruye nada, así lo establecían las capitulaciones de Fernando III el Santo, al comentar que «no se tocará ni una sola teja». Por lo tanto, la Sevilla cristiana será una continuación de la Isbiliya árabe. Eso sí, las mezquitas cambiaron de culto y todos los nombres se «castellanizan». Los barrios de Sevilla se repartieron entre gremios, órdenes religiosas y extranjeros. En el año 1368 se restauraron las murallas árabes y en el 1420, todos los alminares se cristianizan dando lugar a los campanarios de la actualidad.
Fotos de la Catedral de Sevilla
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