Alcaudete

Castillo de Alcaudete, Jáen

Panorámica del Castillo de Alcaudete y la iglesia de Santa María

El castillo de Alcaudete es un buen testimonio del pasado esplendoroso de esta villa jienense. Una inscripción latina confirma el origen romano del castillo.

Descripción

En el año 715, Tarik devastó la actual provincia de Jaén, apoderándose de Alcaudete, como de otros castillos y pueblos. Las tribus árabes miraban con codicia esta fortaleza que al mismo tiempo se disputaban. De ella se apoderó Ben Oveidala en el año 918, inmediatamente fue recuperada por el califa, Abd al-Rahmán III.

A finales del S. XI, el castillo de Alcaudete fue tomado por Alfonso VI, aunque al poco tiempo pasó a manos almorávides. En el S. XIII conquistaron esta plaza las tropas castellanas y se encargó de su custodia la Orden de Calatrava, a cuyo maestre, Gómez Manrique, la donó Fernando III el Santo, que también volvería a perderla. Fernando III el Santo la vuelve a conquistar en el año 1245. Después se reforzó la fortaleza porque todavía no estaba definida la frontera del Reino de Granada. Continuaron guarneciéndola los caballeros de la Orden de Calatrava aunque otra incursión árabe hizo que cambiase de bando. Por asalto la rescató el rey Don Sancho para luego perderla en el año 1298. Tantas perdidas originaron el cese del maestre de la orden de Calatrava, Garci Lope de Padilla.

Alcaudete era un lugar estratégico y como se ha comentado en el párrafo anterior, cambió en numerosas ocasiones de manos cristianas a islámicas. No fue hasta el año 1312 cuando el castillo pasa definitivamente a Castilla, momento en que es conquistado por el infante castellano Don Pedro. Algunos historiadores árabes comentan que en esta última batalla pereció el rey Fernando IV, mientras los historiadores cristianos sostienen que el monarca murió a los tres días de la conquista de Alcaudete en la ciudad de Martos. El señorío de Alcaudete fue adjudicado a la casa de Córdoba y sus señores continuaron luchando frente a los árabes hasta el S. XV.