Córdoba y el río Guadalquivir
Vista de la Mezquita y el Puente Romano
Uno de los rasgos más característicos de Al-Andalus fue la multiplicidad de sus centros urbanos que consistían en ciudades populosas y grandes pueblos.
El historiador Ibn Hangal se refería a Córdoba como una segunda Bagdad, afirmando que ninguna otra ciudad de Occidente o del Norte de África podría compararse con ellaEsta particularidad hacia de Al-Andalus muy diferente de otros territorios caídos en manos del Islam. Este hecho no escapó a la atención de los geógrafos árabes, los cuales establecen una especie de jerarquía entre las distintas ciudades. Concedían a las grandes capitales la categoría de «metrópolis», y a las de segundo orden, la de «bririt» (hija). La mayor parte de los centros urbanos de Al-Andalus ya existían antes de la conquista musulmana y conservaron sus denominaciones ibéricas o latinas, como Gurtuba (Córdoba), Ishbihya (Hispalis, Sevilla), Istiggi (Ishchcha, Ecija), Málaga (Malaca) o Tulaidula (Toledo). También hay ciudades con nombre árabe puramente descriptivo, como la «Isla Verde» (Al Chacira Aljadia, Algeciras) o la «Torre Vigía» (Al Mariya,Almeria) o «La Mina» (Al Ma´din, Almadén). Otros nombres atendían a su fundador como Medinat Salim (Medinaceli), Qal´at Ayyub (Calatayud) o Balad Walid (Valladolid). Otros topónimos recordaban su posición estratégica como Gal´at Yahsib (Alcalá la Real) o Gal´at Chazula (Alcalá de los Gazules). Las grandes ciudades de Al-Andalus contaban con murallas, mezquita aljama, zoco, residencias de autoridades, barrios interiores y arrabales con dependencias industriales. La ciudad de Córdoba ocupa un lugar de privilegio para los geógrafos y cronistas a partir del S. X. Ibn Hangal fue el primero en dedicarle unas líneas con algunos detalles sobre su configuración. Arinad al-Razidedicó una obra entera para la descripción de Córdoba. Estos autores nos comentan que Córdoba en la Edad Media fue una de las ciudades más grandes del Mundo debido a las sucesivas ampliaciones a que se vio sometida. Córdoba fue capital de Al-Andalus (716), del Emirato Independiente (756) y del Califato(929). El historiador Ibn Hangal se refería a Córdoba como una segunda Bagdad, afirmando que ninguna otra ciudad de Occidente o del Norte de África podría compararse con ella. Los cálculos de los cronistas parecen un poco exagerados al comentar que la ciudad alcanzó el millón de habitantes. Durante el Califato, Córdoba vivió un largo período de paz que propició un importante desarrollo económico. Córdoba desarrolló una creciente actividad industrial textil, agrícola y comercial que proporcionaron pingües beneficios para embellecer la ciudad con suntuosos edificios religiosos y civiles, así como la construcción de las ciudades residenciales de Madinat al-Zahra y Madinat al-Zahira.