Villalcázar de Sirga

Iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga

Detalle del pórtico de la iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga, Palencia

Iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga, Palencia

Esta población se encuentra situada a 14 kilómetros de Frómista y a 6 km de Carrión de los Condes, las otras dos localidades más emblemáticas de la Ruta Jacobea a su paso por la provincia de Palencia.

El topónimo de Villalcázar de Sirga hace referencia a tres palabras:

• La primera, Villa: porque fue señorío desde el S. XIII, siendo su primer señor Don Rodrigo Xirón, personaje muy influyente en la corte del rey Fernando III El Santo.
• La segunda palabra, alcázar, evoca al gran castillo que tenía la Orden del Temple en estas tierras y que sirve para nombrar al gentilicio de los habitantes del lugar, conocidos como alcazareños
• Por último, Sirga quiere decir sendero o camino en alusión al Camino de Santiago.

También esta localidad es conocida como Villasirga. Hoy día, esta importante parada jacobea tiene una población de tan sólo 170 habitantes. Se halla situada a 40 kilómetros de Palencia, en la inmensa llanura de Tierra de Campos.

Encomienda Templaria

Villalcázar de Sirga o Villasirga en el S. XIII fue una importante encomienda de la Orden del Temple, la única en el Reino de Castilla al norte del río Duero. Era de tipo medio y constituía una bailía encargada de la explotación agropecuaria y control de sus propiedades en la zona.

Descripción de iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga

Las obras de construcción de este templo se iniciaron en la segunda mitad del S. XII por la Orden del Temple y su proceso constructivo se extenderá hasta a finales del S. XIII. Por lo tanto, es un edificio de transición entre el estilo románico y el gótico, aunque las formas de este último son más evidentes. La fotografía nos ofrece las dos bellísimas portadas de forma apuntada que se hallan en el impresionante pórtico situado en la fachada meridional de la iglesia.

Las proporciones de la iglesia llaman la atención del viajero cuando se encuentra en una localidad tan pequeña como es en la actualidad Villalcázar de Sirga. Aún así, esta iglesia es uno de los grandes hitos del Camino de Santiago.

El templo presenta una planta de tres naves longitudinales atravesadas por un doble crucero de cinco tramos. En el extremo norte se yergue la torre, conservada en parte. Al sur, se alza la llamada Capilla de Santiago. La cabecera está formada por un total de cinco ábsides, rectos los tres centrales. Su forma exterior nos dan una sensación de fortaleza que contrasta con su esplendor interior donde podemos contemplar unas bellas bóvedas de crucería rematadas en rosetas policromadas. La nave mayor presenta ventanas románicas de doble y triple columnas, las naves laterales cuentan vanos con sencillas aberturas abocinadas. Destaca su magnífico rosetón gótico, ubicado en la Capilla de Santiago.

A los pies de la iglesia debió situarse la desaparecida fachada principal o Puerta del Ángel, derruida al fallar su estructura, junto al atrio precedente y al coro, prolongando el interior un tramo más.

Capilla de Santiago

En esta capilla reposa la bella talla de la conocida Virgen de las Cantigas a la que se atribuyen los 14 milagros cantados por el rey Alfonso X a la Virgen de Villasirga y de la que era devoto también su hijo Sancho IV. En esta capilla se encuentran los siguientes sepulcros góticos: sepulcro del infante Felipe (hermano del rey Alfonso X), el sepulcro de Beatriz de Suabia y el de su última esposa Leonor Ruíz de Castro. Estos magníficos sepulcros conserva gran parte de su policromía original del S. XIII y describen escenas relativas al duelo, cortejo fúnebre y entierro del ritual funerario de la Edad Media además de sus escudos de armas y representación de órdenes como los Caballeros Templarios.

Pórtico meridional

Bajo la bóveda actual de crucería se abren dos portadas abocinadas y en ángulo recto, la mayor es la que da acceso al templo y cuenta con cinco arquivoltas ojivales que aparecen decoradas por nada menos que 51 esculturas, la otra portada nos conduce a la Capilla de Santiago, presenta tres arquivoltas donde aparecen 25 figuras, es prácticamente una copia de la anterior portada. Ambas aparecen historiadas por personajes eclesiásticos y gremios de oficios.

Otro de los elementos más interesantes de este pórtico es el el doble friso que se encuentra en la parte superior del mismo, en él se halla un Pantocrátor con un magnífico apostolado que sigue las pautas de los de Carrión de los Condes y Moarves de Ojeda. En el friso también aparece representada una Anunciación y una Epifanía, con la Virgen María y el Niño presidiendo las escenas.

Interior:

El altar mayor está presidido por la imagen gótica de la Virgen Blanca, el cuerpo inferior, banco renacentista (1560), en madera tallada por Manuel Álvarez de Palencia, con escenas de la Pasión. El segundo cuerpo, de estilo hispano-flamenco, con un primer banco de pintura, relativo a la Virgen; y tres cuerpos más con tablas principales sobre la Pasión (S. XV) y la clara filiación con la Escuela Castellana de Pedro Berruguete. Este retablo mayor está rematado, en madera policromada, por un calvario gótico que se remonta al año 1300, vinculado con otros calvarios catedralicios de Burgos y León.

También merece una mención el Altar de Santiago (1530), atribuido a Cristóbal de Herrera presenta escenas del Codex Calixtinus sobre la conversión del mago Hermógenes y el cortejo fúnebre del Apóstol saboteado por la reina Lupa. Lo preside el santo peregrino (S. XVI), tallado por Juan de Valmaseda.

Telurismo:

Desde el punto de vista de la geobiología se asegura que hay una conexión entre todos los templos que pueblan el Camino de Santiago, en ellos existen corrientes telúricas que emergen de la tierra, se trata de corrientes eléctricas que cuentan con un voltaje muy pequeño, además, en estos lugares suele haber agua subterránea. Estos templos ya fueron lugares sagrados en otros tiempos y en otras culturas, prueba de ello son los monumentos megalíticos que han llegado a nuestros días.

En la simbología románica y procedente de la cultura celta, para indicar las fuerzas telúricas del lugar, se solía representar hojas de roble en determinados capiteles que bien podían salir de la nariz o la boca de algún personaje e incluso se disponían de forma aislada. En otras culturas como la china se suelen representar las fuerzas telúricas con un dragón o una serpiente como también hacían los celtas. Esta gran fuerza telúrica presente en Villalcázar de Sirga nos responde a la cuestión de construir una gran templo de proporciones catedralicias en un lugar casi deshabitado, cuando a escasos kilómetros se encuentran poblaciones importantes como Carrión de los Condes, a tan sólo 5 kilómetros, o la importante ciudad de Sahagún, ya en la provincia de León.

Fotos de la Iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga